Francia quiere revisar su política migratoria en medio del creciente descontento de la UE

Francia quiere revisar su política migratoria en medio del creciente descontento de la UE

El nuevo Ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, aboga por revisar el Pacto de Migración de la Unión Europea (UE) y modificar los acuerdos de Schengen.

Esta medida se produce a medida que aumentan los problemas migratorios y más países de la UE expresan su descontento con las políticas actuales.

Francia impulsa cambios en la política migratoria

El nuevo Ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, ha anunciado que el país está dispuesto a renegociar el Pacto de Migración de la UE.

Señaló los "problemas migratorios" que afectan a Francia y a la UE y argumentó que la legislación comunitaria actual está desfasada. Mencionó en concreto la necesidad de revisar las normas sobre deportación de inmigrantes irregulares.

Los comentarios de Retailleau reflejan un cambio en la política migratoria francesa, que muchos creen que pretende atraer a los grupos de derechas.

Su nombramiento se considera parte de la estrategia del Primer Ministro Michel Barnier de adoptar una postura más dura en materia de inmigración para ganar apoyo político.

Tendencia creciente entre los países de la UE

Francia no es el único país que impulsa políticas migratorias más estrictas. Otros países de la UE, como Alemania, Hungría y los Países Bajos, también han adoptado medidas más estrictas en relación con los solicitantes de asilo y el control de fronteras.

Alemania restableció recientemente los controles fronterizos terrestres durante seis meses, mientras que los Países Bajos introdujeron su reforma del asilo más estricta hasta la fecha.

Hungría y Suecia también han endurecido sus políticas de inmigración, aunque ello suponga una posible infracción de las normas de la UE.

Retailleau sugirió que Francia podría formar alianzas con otros países que tienen puntos de vista similares sobre la inmigración, con el objetivo de convertir el descontento nacional en acción a nivel de la UE.

Esta idea es compartida por miembros del Partido Popular Europeo (PPE), que creen que el actual Pacto de Migración de la UE no es suficiente para gestionar la inmigración ilegal.

Border road sign entering Belgium

(Imagen cortesía de Raimond Spekking vía Wikimedia Commons)

Propuesta de revisión de los acuerdos de Schengen

Francia también quiere reconsiderar los acuerdos de Schengen, que permiten la libre circulación entre los países de la UE.

Retailleau mencionó que los controles fronterizos temporales que algunos países, entre ellos Francia, pusieron en marcha tras los atentados terroristas de París de 2015, sugiriendo que estos controles podrían tener que convertirse en permanentes.

Actualmente, ocho países de la UE tienen controles fronterizos temporales debido a las "presiones migratorias." Hacer permanentes estos controles requeriría cambios importantes en las leyes de la UE, y Retailleau insinuó que Francia podría estar dispuesta a presionar para ello.

El Primer Ministro Michel Barnier también pidió a los líderes europeos que prestaran atención a los países que endurecen sus controles fronterizos, afirmando que estas acciones deberían llevar a la UE a replantearse sus políticas migratorias y fronterizas.

Nuevos retos para visitantes e inmigrantes

Los cambios en el Pacto de Migración y los acuerdos de Schengen podrían afectar tanto a los visitantes de corta duración como a los inmigrantes de larga duración.

Los visitantes podrían enfrentarse a más controles fronterizos y retrasos, especialmente si las medidas temporales se convierten en permanentes. Unas políticas de inmigración más estrictas también podrían dificultar el traslado a la UE por motivos de trabajo o estudios.

El próximo lanzamiento de ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes) forma parte de este cambio en la política de inmigración de la UE. ETIAS pronto exigirá a los viajeros de países exentos de visado que obtengan una autorización antes de entrar en el espacio Schengen.

Este proceso de control previo refleja la tendencia general hacia un control más estricto y una mayor seguridad fronteriza en la UE.

Close-up of EU flag on currency

(Imagen cortesía de Karolina Kaboompics vía Pexels)

El debate migratorio pone en entredicho la unidad de los países de la UE

Si los cambios propuestos por Francia al Pacto de Migración y a los acuerdos de Schengen siguen adelante, podrían dar lugar a un planteamiento más dividido de la inmigración en toda la UE.

La idea de Retailleau de formar alianzas con países de ideas afines sugiere una posible coalición que impulse un control migratorio más estricto tanto a nivel nacional como de la UE.

Esta tendencia suscita dudas sobre la unidad de las políticas migratorias y fronterizas de la UE.

Mientras algunos países quieren normas más estrictas, otros apoyan un enfoque más unificado que respete los valores humanitarios. Estas diferencias podrían dar lugar a políticas fragmentadas, lo que dificultaría a la UE la gestión eficaz de las cuestiones migratorias.

Magnus Brunner, nuevo Comisario austriaco designado de Asuntos de Interior y Migración, desempeñará un papel clave en la gestión de estas tensiones.

Es responsable de mejorar el marco de Schengen y coordinar una respuesta unificada de la UE a la inmigración irregular, tarea ardua dadas las crecientes divisiones entre los Estados miembros.

La UE se enfrenta a una encrucijada en política migratoria

El impulso francés a la revisión de las políticas de migración y Schengen pone de relieve un importante reto para la UE: equilibrar los intereses nacionales con la acción colectiva.

A medida que aumenta el número de países que endurecen los controles de inmigración, la UE debe decidir si adopta este planteamiento o aboga por una postura más unificada y humanitaria.

El resultado de estos debates repercutirá no sólo en los visitantes, sino también en la capacidad de la UE para abordar la migración como un frente unido.

Los dirigentes europeos tendrán que equilibrar las exigencias nacionales con los valores de cooperación y solidaridad que constituyen los cimientos de la UE.