Portugal ha alcanzado un hito importante, con más de un millón de residentes extranjeros viviendo ya en el país, lo que supone un aumento del 34% de expatriados.
Este crecimiento está cambiando las comunidades y las políticas, dando lugar a debates sobre inmigración, beneficios fiscales y cómo afectará al futuro del país.
La población extranjera alcanza una cifra récord
Portugal News informa de que el número de residentes extranjeros en Portugal ha aumentado un 34%, superando el millón.
Este aumento se debe a factores como las políticas fiscales favorables, las opciones inmobiliarias de lujo y el atractivo de Portugal como lugar seguro y atractivo para los expatriados.
Los datos del Gobierno muestran que la mayoría de los nuevos residentes proceden de Brasil, Reino Unido y Francia. Más de 300.000 brasileños viven ahora en Portugal, lo que los convierte en el mayor grupo de inmigrantes.
Las ventajas fiscales atraen a los expatriados ricos
El programa de residencia no habitual (RNH) de Portugal sigue atrayendo a los expatriados ricos. Ofrece importantes ventajas fiscales durante diez años, especialmente en pensiones, dividendos y cánones.
Junto con el atractivo del mercado inmobiliario de lujo de Portugal, estas ventajas fiscales han convertido al país en una opción popular para los inversores adinerados.
Sin embargo, esta afluencia también ha disparado los precios de la vivienda en grandes ciudades como Lisboa y Oporto, haciendo que la vivienda sea menos asequible para los portugueses.
(Imagen cortesía de Andrea Piacquadio vía Pexels)
Crece la tensión sobre la inmigración
Aunque los residentes extranjeros han ayudado a impulsar la economía, no todo el mundo está contento con el rápido crecimiento.
Una encuesta reciente de la Escuela de Negocios y Economía Católica de Lisboa muestra que la mayoría de los portugueses son partidarios de reducir la inmigración. Sus principales preocupaciones son el aumento del coste de la vida, sobre todo de la vivienda, y la presión sobre los servicios públicos.
A medida que aumenta el número de extranjeros, las comunidades locales se resienten, y aumenta la presión sobre el gobierno para que encuentre un equilibrio entre la acogida de expatriados y la protección de los intereses locales.
Los visados Schengen caducados acarrean sanciones
Además de los problemas que plantea la residencia de larga duración, los extranjeros que rebasan la duración de sus visados Schengen se enfrentan ahora a sanciones más estrictas en Portugal.
Quienes sean sorprendidos con visados caducados pueden ser multados con hasta 250 euros, dependiendo del tiempo que hayan permanecido en el país.
Esta medida forma parte del endurecimiento de la política de inmigración portuguesa para garantizar el cumplimiento de las normas de Schengen.
(Imagen cortesía de franky1st vía Pixabay)
Aumento de los costes para inmigrantes y turistas
El aumento de residentes extranjeros tiene efectos importantes tanto para los visitantes de corta duración como para los emigrantes.
Para los visitantes, más expatriados significa mayor competencia por la vivienda y los alquileres, sobre todo en las zonas turísticas. El aumento de los precios de la vivienda también dificulta encontrar opciones asequibles para estancias cortas.
Para los inmigrantes, la situación es más complicada. Aunque Portugal sigue siendo acogedor, la demanda de vivienda y unas normas de visado más estrictas podrían dificultar el traslado.
El próximo Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) añadirá más retos. Pronto, los viajeros de países exentos de visado, como el Reino Unido, necesitarán la aprobación del ETIAS para entrar en Portugal, lo que endurecerá las normas de entrada para los ciudadanos de fuera de la UE.
Presión sobre la normativa de la UE
El aumento de la población extranjera en Portugal afecta a los debates sobre inmigración en toda la UE. Las políticas del país, como los incentivos fiscales y las normas sobre visados, podrían convertirse en un modelo para otras naciones de la UE que buscan atraer a expatriados y hacer crecer sus economías.
Sin embargo, los problemas de Portugal -aumento del coste de la vivienda, mayor demanda de servicios y oposición pública a una inmigración elevada- demuestran lo difícil que es equilibrar el crecimiento con las preocupaciones locales.
Es posible que los países de la UE tengan que ajustar sus políticas de inmigración para atraer a trabajadores cualificados sin abrumar a las comunidades locales.
Con la introducción de sistemas como el ETIAS, podríamos ver normas de entrada más estrictas junto con incentivos para atraer a personas altamente cualificadas.
¿Podrá Portugal mantener el crecimiento de residentes extranjeros?
El aumento de residentes extranjeros en Portugal ha cambiado su economía y su paisaje social. Aunque sigue siendo una de las principales opciones para los expatriados que buscan exenciones fiscales y viviendas de lujo, el país se enfrenta ahora al reto de equilibrar el crecimiento económico con las necesidades de la población local.
Es probable que la forma en que Portugal afronte estos cambios repercuta en las políticas de inmigración y en la experiencia de los visitantes de toda la UE en el futuro.