Austria y Rumanía esperan resolver el conflicto de Schengen

Austria y Rumanía esperan resolver el conflicto de Schengen

Ha surgido una disputa entre Austria y Rumanía en torno a la adhesión de este país al espacio Schengen.

Austria vetó la solicitud de Rumanía de incorporarse a la zona libre de controles fronterizos en diciembre de 2022 por temor a la inmigración irregular, incluso con nuevos sistemas de control como el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) previsto.

Sin embargo, los presidentes de ambos países han expresado recientemente su optimismo ante la posibilidad de encontrar una solución.

El presidente austriaco se opuso al veto del Gobierno

En diciembre de 2022, Austria vetó las solicitudes de adhesión al espacio Schengen deRumanía y Bulgaria, alegando su preocupación por la inmigración irregular.

Esta medida fue criticada por Alexander Van der Bellen, Presidente de Austria, quien dijo que "la decisión no era la correcta".

Van der Bellen argumentó que bloquear a Rumanía y Bulgaria no aborda los problemas de fondo.

"Si el sistema Schengen no funciona, ¿por qué debemos bloquear a Rumanía y Bulgaria? ¿Por qué no permitir que se unan?", afirmó.

La verdadera cuestión es cómo controlar el flujo de personas en busca de trabajo o asilo a través de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), añadió.

El presidente austriaco ha mantenido esta postura a lo largo del tiempo. En octubre dijo que el bloqueo de Schengen no contribuye a una solución.

El Canciller austriaco defiende el veto

Encambio, elcanciller austriaco, Karl Nehammer, ha defendido el veto.

Dijo en octubre que Viena mantiene su posición contraria a la adhesión de Rumanía y Bulgaria por motivos de seguridad, ya que 11 países Schengen tienen actualmente controles fronterizos internos.

Nehammer subrayó que la decisión no va dirigida específicamente contra Rumanía y Bulgaria.

Reconoció que ambos se han esforzado por proteger las fronteras exteriores de la UE.

Frustración rumana y búlgara

El veto de Austria, así como el de los Países Bajos contra Bulgaria, ha causado frustración en Bucarest y Sofía.

El Primer Ministro rumano, Marcel Ciolacu, calificó el veto de "profunda injusticia" y solicitó una reunión extraordinaria de la UE sobre el asunto en diciembre.

Durante una visita a Viena en octubre, el Primer Ministro búlgaro, Nikolai Denkov, intentó sin éxito convencer a Nehammer de que cambiara de postura.

Esperanza de una resolución positiva

A pesar del desacuerdo, los presidentes de Austria y Rumanía han expresado recientemente su optimismo ante la posibilidad de resolver la disputa.

Según un portavoz, Van der Bellen y el Presidente rumano Klaus Iohannis se reunieron recientemente en una cumbre en Bucarest.

Ambos "expresaron su esperanza de que las cuestiones que actualmente obstaculizan la adhesión puedan resolverse pronto de forma positiva", dijo el portavoz.

Van der Bellen cree que la integración europea ha beneficiado a la economía austriaca, basada en la exportación, y que las empresas nacionales tienen éxito en Rumanía.

Por su parte, Johannis agradeció el "continuo compromiso de Van der Bellen con una solución".

Impacto potencial en los viajeros e inmigrantes de la UE

Si se resuelve, la adhesión de Rumanía al espacio Schengen permitiría a los viajeros circular entre este país y otros países Schengen sin controles fronterizos.

Esto facilitaría los viajes y el trabajo en la región.

La adhesión de Rumanía también ampliaría el espacio Schengen sin fronteras, que actualmente comprende 26 países europeos.

La adhesión de Bulgaria aportaría las mismas ventajas.

Para los inmigrantes extracomunitarios, la pertenencia a Schengen no otorga automáticamente nuevos derechos.

Sin embargo, podría permitir a los que ya están legalmente en el espacio Schengen viajar y trabajar más fácilmente en Rumanía.

La disputa pone de manifiesto la preocupación de algunos miembros de la UE por la inmigración.

Austria y los Países Bajos sostienen que deben reforzarse las fronteras exteriores de la región antes de ampliar la libertad de circulación interna.

Repercusiones en la política de inmigración de la UE

El conflicto también guarda relación con los debates en curso sobre la política de inmigración de la UE.

Austria y otros países escépticos quieren más garantías de que todos los Estados miembros pueden controlar la inmigración irregular en el espacio Schengen.

Argumentan que esto es necesario para mantener la seguridad.

Sin embargo, Rumanía y Bulgaria replican que su exclusión de Schengen es injusta, dados sus esfuerzos por asegurar las fronteras.

Mientras continúa la crisis migratoria, la disputa muestra que los miembros de la UE tienen opiniones diferentes sobre el reparto de cargas y el equilibrio político adecuado entre seguridad fronteriza y libertad de circulación.

Resolver el conflicto podría crear unidad en un tema controvertido. Sin embargo, si no se llega a un acuerdo puede aumentar la división.

El resultado influirá en los debates en curso en la UE sobre la reforma de las normas de asilo y la gobernanza de Schengen.

Posibles repercusiones más amplias

El veto austriaco a las solicitudes de adhesión a Schengen de Rumanía y Bulgaria desencadenó una disputa basada en opiniones divergentes sobre la migración.

Sin embargo, los Presidentes de Austria y Rumanía esperan que se llegue a un compromiso en beneficio de ambos países y de la UE en su conjunto.

La resolución podría tener importantes repercusiones en los viajes, la inmigración y la capacidad de la UE para decidir conjuntamente políticas sensibles.