El aumento de la migración irregular presiona las fronteras de la UE

El aumento de la migración irregular presiona las fronteras de la UE

El número de migrantes que intentan entrar en la Unión Europea (UE ) sin autorización alcanzó el año pasado el nivel más alto desde 2016, lo que plantea nuevos retos para las políticas de seguridad fronteriza e inmigración del bloque.

Según nuevos datos de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, en 2023 se detectaron unos 380.000 cruces irregulares de fronteras, lo que supone un aumento del 17% respecto a 2022.

La tendencia al alza de los últimos tres años indica que las tensiones en las fronteras europeas podrían intensificarse aún más en los próximos años si no se abordan.

La región mediterránea registra la mayor afluencia

El aumento se vio impulsado por un mayor número de llegadas a través de la zona mediterránea, especialmente la ruta del Mediterráneo Central, que representó el 41% de todas las entradas irregulares en la UE. Allí, las detecciones aumentaron un 50% por encima de los niveles de 2022, hasta aproximadamente 158.000.

El Mediterráneo Oriental también registró un aumento del tráfico tras años interrumpido por la pandemia.

En 2023 se produjeron unos 60.000 cruces, y es probable que el total aumente.

Los africanos occidentales, a la cabeza

Por nacionalidades, los sirios siguen siendo el grupo más numeroso, con más de 100.000 cruces detectados.

Sin embargo, un cambio importante es el aumento de la proporción de migrantes procedentes de países africanos, que ahora representan el 47% de todas las entradas irregulares, frente al 36% en 2019.

Los guineanos y afganos siguieron a los sirios como los siguientes contingentes más numerosos en 2023.

Sin embargo, muchos otros proceden de naciones de África Occidental en particular, utilizando la ruta de África Occidental de la región, que alcanzó un máximo histórico de 40.000 cruces el año pasado.

Los grupos vulnerables siguen en peligro

A pesar de los peligros, mujeres y niños siguen intentando las peligrosas travesías mediterráneas.

Las mujeres representaron el 10% y los menores otro 10% del flujo migratorio irregular de 2023.

Y lo que es más preocupante, en 2023 se registró un aumento anual del 28% de menores no acompañados, hasta superar los 20.000.

Estos jóvenes corren el riesgo de sufrir violencia, trata y traumas tanto en ruta como a su llegada.

Presiones constantes para las autoridades de la UE

El Director Ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, reconoció los "retos en constante evolución" a los que se enfrentan los miembros de la UE y las instituciones como la suya a la hora de vigilar las fronteras continentales de forma humana y eficaz, dada la creciente presión migratoria.

En lo que va de 2023, Frontex cuenta con 2.500 agentes y personal desplegados para apoyar a las fuerzas fronterizas nacionales. Sus principales objetivos son garantizar la seguridad, impedir los intentos de entrada no autorizada, desarticular las bandas de traficantes que explotan a los inmigrantes y defender los derechos de los inmigrantes.

Sin embargo, el volumen de tráfico aumenta cada año, por lo que resulta cada vez más difícil adecuar los recursos a las necesidades y equilibrar la seguridad con el bienestar de los inmigrantes.

Si no se controlan, las tensiones podrían socavar la libertad de circulación en el espacio Schengen o avivar un sentimiento antimigración que complicaría las soluciones políticas.

Prepararse para más llegadas

Medidas clave como aumentar la capacidad de Frontex, perseguir a los traficantes y crear vías legales de entrada a Europa pueden ayudar a remediar la situación.

También lo hará la finalización del sistema pospandémico ETIAS para el control previo de los viajeros exentos de visado, incluidos los inmigrantes.

Sin embargo, para los Estados costeros sobrecargados como Grecia, Italia y España, que son los principales puntos de desembarco de los que cruzan el mar, también es esencial un mayor apoyo y reparto de la carga por parte de los socios del interior.

A falta de esfuerzos conjuntos para proteger las fronteras de forma humanitaria y ampliar las vías legales de migración, los problemas migratorios de Europa parecen destinados a persistir a medida que los aspectos humanitarios se vayan agudizando en 2024 y más allá.

Gestión de la crisis migratoria europea

La escalada de los flujos migratorios pone a prueba la unidad y los valores europeos.

A medida que el número de inmigrantes detectados aumenta cada año, la adecuación de los recursos de seguridad a las necesidades humanitarias se hace más compleja.

Si no se abordan, las tensiones podrían socavar los principios fronterizos de la UE o avivar la retórica antimigratoria.

El refuerzo de las capacidades de Frontex, la persecución de los contrabandistas y el establecimiento de vías legales de migración pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, los Estados costeros, sobrecargados, también necesitan más apoyo de sus socios del interior.

Se necesitan soluciones políticas creativas y colaborativas para mantener las fronteras de Europa al tiempo que se amplían los refugios, se combaten las redes de tráfico de personas y se evitan más muertes en el mar.