El Parlamento Europeo aprueba la reforma del Código de fronteras Schengen para reforzar la libre circulación

El Parlamento Europeo aprueba la reforma del Código de fronteras Schengen para reforzar la libre circulación

El Espacio Schengen, que es una parte importante de la Unión Europea (UE), es conocido por permitir a más de 400 millones de ciudadanos viajar libremente sin restricciones.

Sin embargo, problemas recientes como la pandemia de COVID-19 y el uso indebido de la migración han llevado a la UE a reconsiderar las normas del Código de fronteras Schengen.

En una decisión histórica, el Parlamento Europeo ha aprobado un minucioso plan de reforma. Este plan pretende reforzar la idea de la libre circulación al tiempo que aborda los nuevos retos en materia de seguridad.

Reforzar la libre circulación en el espacio Schengen

Uno de los principales objetivos de la reforma es garantizar que las personas puedan circular libremente dentro del Espacio Schengen.

Las nuevas normas son estrictas en cuanto al momento en que los países pueden volver a establecer controles fronterizos. Sólo podrán hacerlo como último recurso y durante periodos claramente definidos y limitados.

Sylvie Guillaume, que dirigió las conversaciones por el Parlamento Europeo, destacó la importancia de esta reforma. Dijo que han protegido la libre circulación de las personas al tiempo que responden a los problemas a los que se ha enfrentado el espacio Schengen en la última década.

La reforma también establece normas claras sobre cuándo y cómo los países pueden restablecer los controles en las fronteras interiores. Con ello se pretende impedir que los países bloqueen la circulación sólo por motivos políticos.

Armonizar las respuestas a las emergencias de salud pública

La pandemia COVID-19 demostró que el Espacio Schengen tenía puntos vulnerables, lo que llevó a exigir un plan unificado para futuras emergencias sanitarias.

El Código de Fronteras Schengen actualizado aborda esta cuestión mediante la introducción de normas armonizadas para permitir la entrada de nacionales de terceros países en situaciones de emergencia.

Con estas nuevas normas, la Comisión Europea puede acordar que se restablezcan los controles fronterizos en varios países Schengen durante un máximo de seis meses en caso de crisis de salud pública.

Con ello se pretende garantizar que la respuesta sea justa y razonable, al tiempo que se permite viajar libremente a los ciudadanos de la UE y a quienes se benefician de la libre circulación.

La instrumentalización de la inmigración

Una de las partes más debatidas de la reforma se refiere a cómo se utiliza la inmigración para presionar a la UE.

Las nuevas normas permiten a los Estados miembros cerrar o limitar temporalmente determinados pasos fronterizos si esto ocurre.

Esta parte de la reforma ha sido criticada por grupos de derechos humanos y la sociedad civil. Les preocupa que pueda dar lugar a un trato injusto y a expulsiones ilegales de inmigrantes.

Argumentan que la reforma podría legitimar la elaboración de perfiles raciales y debilitar los derechos de los migrantes, incluidos los niños.

Fomentar la cooperación policial en los controles fronterizos

Para equilibrar las necesidades de seguridad con la libertad de circulación, la reforma sugiere una mayor cooperación entre la policía de las regiones fronterizas en lugar de controles fronterizos regulares durante las crisis sanitarias.

De este modo, se intenta mantener la libre circulación de personas sin dejar de abordar los posibles riesgos.

Navegar por el nuevo panorama Schengen

El Código de Fronteras Schengen actualizado tiene efectos de gran alcance para los viajeros e inmigrantes que quieran ir a vivir al Espacio Schengen o residir en él.

A partir de mediados de 2025, cuando se ponga en marcha el ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes), los viajeros exentos de visado tendrán que obtener una autorización previa al viaje. Estos cambios coinciden con el objetivo de la UE de facilitar los viajes al tiempo que se mejora la seguridad.

Para las visitas breves, las normas durante las emergencias sanitarias serán las mismas en todos los países Schengen.

Sin embargo, las disposiciones sobre la instrumentalización de la migración podrían suponer más controles y posibles retrasos para determinadas nacionalidades en los pasos fronterizos.

Lograr el equilibrio adecuado

La reforma de Schengen afecta a la forma en que los países de la UE gestionan la inmigración, sobre todo para la residencia de larga duración y la integración.

Aunque las nuevas normas pretenden mantener a salvo los derechos de los ciudadanos y residentes legales de la UE, preocupa lo que pueda ocurrir con los inmigrantes indocumentados y sus familias.

Algunas partes de la reforma que permiten el cierre temporal de fronteras y los acuerdos bilaterales de readmisión han suscitado debates sobre los derechos de los inmigrantes y la prevención de las expulsiones ilegales.

Cuando los Estados miembros pongan en marcha estos cambios, deberán encontrar un equilibrio entre la seguridad y la defensa de los derechos humanos básicos.

El camino a seguir para la libre circulación de Schengen

La actualización del Código de fronteras Schengen es un paso importante para garantizar que las personas puedan seguir circulando libremente en la UE, al tiempo que se abordan los retos actuales.

Ante las emergencias de salud pública, la dinámica migratoria y los riesgos para la seguridad, la reforma intenta ofrecer un marco claro para responder a estos problemas sin dejar de respetar los derechos tanto de los ciudadanos como de los inmigrantes.