Eslovaquia amplía los controles fronterizos con Hungría hasta enero de 2024

Eslovaquia amplía los controles fronterizos con Hungría hasta enero de 2024

El gobierno eslovaco ha decidido prorrogar los controles fronterizos temporales con la vecina Hungría hasta el 22 de enero de 2024.

Esta medida es la última de una serie de prórrogas de los controles que se establecieron por primera vez a principios de octubre con el propósito declarado de frenar la migración irregular.

Freno a la inmigración irregular

La prórroga se aprobó en una sesión del Gobierno celebrada el 6 de diciembre y pretende "prevenir la migración ilegal secundaria", según el documento aprobado.

El ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok, describió la situación como un "efecto dominó", en el que los países endurecen sucesivamente sus fronteras a medida que sus vecinos establecen controles.

Eslovaquia sostiene que los controles aplicados hasta ahora han logrado reducir los intentos de cruce irregular de fronteras.

Mientras que las autoridades detuvieron a 6.809 inmigrantes en octubre, esa cifra se redujo a sólo 34 en noviembre tras la introducción de los controles.

Aumento del número de inmigrantes en tránsito por Eslovaquia

El endurecimiento de las fronteras se produce en medio de un aumento de los migrantes que atraviesan Eslovaquia en 2023, procedentes sobre todo de Oriente Próximo y Afganistán.

Se cree que la mayoría son hombres jóvenes que realizan movimientos secundarios para llegar a países más ricos de Europa Occidental, como Alemania, tras haber entrado inicialmente en la Unión Europea (UE) por la ruta de los Balcanes.

De unas 5.000 detenciones en 2022, Eslovaquia ha registrado casi 40.000 casos en lo que va de año, casi diez veces más.

Las autoridades han expresado su preocupación por el hecho de que un aumento tan drástico pueda permitir que amenazas de seguridad no reveladas se cuelen a través de las fronteras junto con refugiados de buena fe.

Los países del Visegrád establecen controles más estrictos

A principios de octubre, la medida de Eslovaquia formaba parte de un esfuerzo coordinado entre los países del Visegrád (Chequia, Hungría, Polonia y Eslovaquia) para reforzar las fronteras interiores compartidas de la UE.

Todos citaron como objetivos filtrar la inmigración irregular y mejorar la seguridad.

Eslovaquia promulgó los controles justo un día después de que sus tres socios introdujeran medidas análogas aplicables a sus fronteras con Eslovaquia.

Alemania y Austria siguen el ejemplo

En pocas semanas, otros Estados centroeuropeos, Alemania y Austria, también habían ampliado los controles fronterizos, generando críticas por exacerbar los cuellos de botella y los problemas humanitarios.

Como miembro del espacio Schengen de fronteras abiertas, Eslovaquia sólo puede decretar controles fronterizos internos temporales en circunstancias excepcionales establecidas en los artículos 25 y 26 del Código de Fronteras Schengen.

Se permiten prórrogas de hasta 30 días si son proporcionales y vitales para hacer frente a amenazas graves.

Sin embargo, la duración total no podrá superar los seis meses sin dispensa especial.

Los países deben notificar la prórroga a Bruselas y a los demás Estados miembros con al menos cuatro semanas de antelación.

El mayor número de llegadas irregulares desde 2015

En los diez primeros meses de 2023, la agencia de fronteras de la UE Frontex registró unos 331.600 intentos de cruce irregular en todo el bloque.

Esta cifra representa un aumento interanual del 18%, el más pronunciado desde 2015.

Casi 100.000 de estos intentos de cruce irregular se produjeron a lo largo de la ruta de los Balcanes en tránsito por Hungría y Eslovaquia.

El recién reelegido primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha adoptado una línea dura en materia de seguridad fronteriza.

Sin embargo, el ministro del Interior, Eštok, admitió que no había surgido ningún plan a largo plazo de los recientes debates de alto nivel sobre migración celebrados en Bruselas.

Opinó que las acciones nacionales unilaterales podrían derivar en un comportamiento "egoísta" improductivo sin coordinación.

Los controles fronterizos ponen trabas a los viajeros legítimos

El creciente uso de controles fronterizos temporales plantea dificultades tanto a los visitantes como a los inmigrantes que cruzan los países de la UE.

Los más afectados son los titulares de visados Schengen que permiten estancias turísticas o de negocios de corta duración, de hasta 90 días.

Sin embargo, los viajeros a más largo plazo, como los nómadas digitales, los estudiantes y las familias de inmigrantes que desean reubicarse o reunirse, también se enfrentan a un mayor escrutinio y a posibles retrasos en las fronteras interiores fortificadas.

La próxima puesta en marcha en 2025 del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) corre el riesgo de exacerbar los cuellos de botella al introducir un control previo para los nacionales de terceros países exentos de visado.

Reflejo del endurecimiento de las posturas en materia de inmigración

Junto con las medidas drásticas contra la inmigración irregular, la disposición de varios Estados de la UE a ejercer competencias excepcionales en materia de fronteras interiores refleja el endurecimiento de las posturas nacionales sobre las políticas de inmigración.

El bloque lleva mucho tiempo luchando por repartir equitativamente a los solicitantes de asilo mediante sistemas de cuotas.

Las medidas unilaterales para reforzar las fronteras implican una voluntad cada vez menor de colaborar en soluciones conjuntas, incluso entre socios cercanos como los países del Visegrád.

Con ello se corre el riesgo de agravar los problemas humanitarios, al concentrarse la entrada ilegal de inmigrantes en fronteras exteriores como Grecia e Italia o producirse cuellos de botella en los puestos de control interiores.

La inauguración de ETIAS en 2025 puede hacer que los incentivos de los Estados miembros se inclinen más hacia la exclusión que hacia la inclusión.

Su proceso de aprobación previa para todos los viajeros exentos de visado va en contra del espíritu de apertura de las fronteras interiores de la UE consagrado en el Pacto de Schengen.

No se vislumbra el fin de los controles fronterizos

Mientras los países europeos equilibran las presiones migratorias y los imperativos de seguridad, los controles temporales en las fronteras interiores parecen destinados a persistir a medio plazo.

La ampliación de la frontera húngara recién anunciada por Eslovaquia sugiere la ausencia de una solución inminente para la última crisis migratoria del bloque.

No obstante, la aplicación mesurada de las disposiciones de Schengen ha evitado hasta ahora un colapso y un caos total.