Finlandia cierra el paso fronterizo con Rusia ante la afluencia de migrantes

Finlandia cierra el paso fronterizo con Rusia ante la afluencia de migrantes

El gobierno finlandés ha anunciado el cierre de varios pasos fronterizos con Rusia en respuesta a la creciente afluencia de inmigrantes procedentes de su vecino oriental.

Las autoridades han acusado a Rusia de permitir la entrada de inmigrantes indocumentados en Finlandia y han expresado su preocupación por posibles amenazas a la seguridad.

El23 de noviembre, Finlandia cerró todos los pasos fronterizos terrestres con Rusia excepto uno. El remoto paso fronterizo de Salla (Laponia) permanecerá abierto para tramitar las solicitudes de asilo.

La Guardia de Fronteras finlandesa está estableciendo centros de refugiados cerca de la frontera para registrar, documentar y evaluar a los recién llegados antes de permitirles la entrada. El objetivo de los centros es equilibrar los derechos de los refugiados con los intereses de la seguridad nacional durante las restricciones fronterizas temporales que se prolongarán hasta diciembre.

El endurecimiento de los controles fronterizos deja varados a cientos de inmigrantes

Cientos de migrantes siguen varados en el lado ruso del paso fronterizo de Salla, cerrado en Finlandia, soportando temperaturas gélidas mientras esperan días para entrar en Finlandia.

Hasta el 23 de noviembre, más de 400 migrantes se habían acumulado en la frontera, ya que las autoridades finlandesas restringen el paso a unas 50 personas al día. Rusia está proporcionando alimentos, agua y refugio en campamentos improvisados cercanos.

El gobernador Chibis, de la provincia rusa de Múrmansk, culpó a Finlandia de "crear artificialmente una crisis humanitaria" y advirtió de que el cierre de la frontera podría hacer que más migrantes atravesaran la región en busca de rutas alternativas hacia Finlandia.

El atasco fronterizo y las condiciones inhumanas han provocado tensiones entre las autoridades rusas y finlandesas. Finlandia mantiene que sus medidas son necesarias para detener la entrada de indocumentados y advierte de que Rusia comparte la responsabilidad de permitir los flujos migratorios hacia su frontera.

La UE y los países nórdicos apoyan los controles fronterizos de Finlandia

La Unión Europea (UE) y los socios nórdicos expresaron su solidaridad con Finlandia y su compromiso con la seguridad de las fronteras exteriores frente a la instrumentalización de los migrantes por potencias extranjeras.

Frontex, la agencia de fronteras de la UE, está desplegando 50 agentes con vehículos y equipo para reforzar las patrullas fronterizas finlandesas a partir del 29 de noviembre. La rápida movilización de recursos pone de relieve la prioridad de la seguridad de las fronteras europeas.

En una cumbre de defensa nórdico-báltica celebrada el 23 de noviembre, Estonia y Letonia acusaron al Kremlin de orquestar cruces fronterizos ilegales para perjudicar a los Estados fronterizos. Los funcionarios citaron el momento y las rutas sospechosas de cientos de migrantes que recientemente intentaron entrar en sus países a través de Rusia.

Impacto en visitantes, inmigrantes y políticas de inmigración

Las nuevas restricciones afectan principalmente a los ciudadanos no comunitarios que viajan por tierra a Finlandia a través de Rusia. Las personas que deseen entrar en Finlandia a través de Salla por turismo, trabajo, estudios o asilo se enfrentarán a un escrutinio más estricto y a retrasos en la frontera.

Los ciudadanos de la UE siguen estando exentos de controles fronterizos en virtud de las normas del espacio Schengen, pero pueden sufrir los efectos de la congestión en el paso fronterizo. Quienes planeen viajar por carretera a Finlandia a través de Rusia este invierno deben confirmar los tiempos de espera en la frontera y estar preparados con provisiones adicionales.

A los inmigrantes y solicitantes de asilo no comunitarios que ya están en ruta, el cierre de los pasos les impide la entrada legal y les deja varados en campamentos improvisados en el lado ruso, a menos que se les permita cruzar por Salla. Los pocos afortunados a los que se deja entrar deben someterse a un proceso de inmigración ampliado.

La negativa a aceptar y reasentar mayores volúmenes de inmigrantes coincide con los recientes intentos de Finlandia y la UE de reducir los flujos de inmigración exterior mediante políticas fronterizas más estrictas. Este planteamiento corre el riesgo de ser explotado por gobiernos extranjeros que esgrimen a los inmigrantes como arma política.

De cara al futuro, la inmigración y la seguridad fronteriza están inextricablemente unidas para países de la UE como Finlandia. El apoyo europeo coordinado permite a los Estados desviar las oleadas de inmigrantes sin comprometer los derechos de los refugiados ni la movilidad en el espacio Schengen. Pero el potencial de sufrimiento humanitario en el futuro es enorme.