Francia formaliza una polémica reforma de la inmigración en medio de la oposición

Francia formaliza una polémica reforma de la inmigración en medio de la oposición

El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron ha formalizado su nueva ley de inmigración a pesar de la oposición de ambos lados del espectro político.

El 27 de enero, el texto formal de la legislación se publicó en el Diario Oficial de Francia.

Ya se han dado instrucciones a los funcionarios sobre la aplicación de algunos aspectos de la ley, aunque los críticos de la administración Macron siguen haciéndose oír.

Formalización de la ley, aplicación en curso

Recientemente, el Consejo Constitucional censuró 35 de los 86 artículos de la ley, descartando algunos añadidos en los que insistían los conservadores, como las cuotas de inmigración y la limitación de las prestaciones sociales.

También se mantuvo un artículo sobre la regularización de los trabajadores indocumentados en sectores con escasez de mano de obra.

El Ministro del Interior, Gérard Darmanin, ha recibido el encargo de aplicar rápidamente la ley, aunque anteriormente había expresado dudas sobre su constitucionalidad.

Tras la decisión del Consejo, la considera un éxito del Gobierno.

El presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, tachó la decisión de "golpe de Estado" apoyado por Macron, y exigió en su lugar un referéndum sobre la inmigración.

El líder de Los Republicanos, Eric Ciotti, también acusó al Consejo de conspirar contra la opinión pública favorable a una menor inmigración.

Aunque los artículos se eliminaron principalmente por no estar relacionados con el ámbito de aplicación de la ley, nada impide que el Parlamento los reintroduzca en proyectos de ley separados.

El jefe del Senado francés, Gérard Larcher, presionó para que se volviera a presentar un acuerdo alcanzado con los conservadores.

Los críticos de la izquierda, como el jefe del partido LFI, Manuel Bompard, insistieron en derogar totalmente la ley por "carecer de legitimidad". Sin embargo, Darmanin se ha negado en redondo.

¿Qué cambia con la nueva ley de inmigración francesa?

Lalegislación se centra en gran medida en agilizar el proceso de deportación de los extranjeros que cometen delitos.

La policía obtendrá mayores poderes de vigilancia y registro en los casos de deportación.

La ley también crea un "fichero nacional" de extranjeros buscados que las autoridades podrán consultar.

La entrega del permiso de residencia estará supeditada a la asistencia obligatoria a clases de civismo e idiomas.

En sectores designados como deficitarios, como la construcción y la hostelería, los inmigrantes indocumentados que hayan trabajado al menos ocho meses podrán obtener un permiso de residencia de un año.

La opinión pública francesa, dividida en el debate legislativo

Durante el debate parlamentario, la coalición centrista de Macron se mostró dividida sobre la ley.

Aproximadamente uno de cada cuatro votó en contra o se abstuvo, incluido el jefe del partido de Macron.

La opinión pública francesa también está dividida.

Una encuesta del IFOP mostró que el 50% apoya la regularización de los trabajadores indocumentados, pero más del 60% está a favor de limitar los servicios sociales para los solicitantes de asilo.

Mientras los conservadores presionan para que se adopten medidas aún más estrictas, los políticos de izquierdas argumentan que esto señala un preocupante giro hacia la xenofobia.

Sin embargo, las partes parecen decididas a garantizar que el tema ocupe un lugar destacado en las próximas elecciones legislativas.

Los países de la UE endurecen sus fronteras ante un récord de llegadas

Francia recibió más de 137.000 solicitudes de asilo por primera vez en 2022, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial.

La afluencia se debe a la represión de las rutas migratorias a través de Libia y del Canal de la Mancha.

Con los Estados de la UE en primera línea desbordados, se han puesto en marcha iniciativas para redistribuir las llegadas de forma más equitativa. Sin embargo, la resistencia de miembros centroeuropeos como Hungría ha obstaculizado los avances hasta ahora.

También hay planes para introducir un proceso de deportación acelerado y exigir visados a los nacionales de determinados países en virtud de un sistema ETIAS propuesto.

¿Cuál será el impacto de la reforma de la inmigración en Francia?

La simplificación de las expulsiones de delincuentes puede aliviar en cierta medida la presión sobre el sistema de asilo.

Asimismo, la regularización de los trabajadores sin papeles podría ayudar a cubrir puestos vacantes en sectores con dificultades.

Sin embargo, para los conservadores, la eliminación de medidas más restrictivas por parte del Consejo Constitucional representa una oportunidad perdida para lograr un cambio significativo.

Mientras Macron persigue el objetivo declarado de expulsar al 50% a los solicitantes de asilo rechazados, los defensores de los inmigrantes argumentan que esto normalizará el uso excesivo de la detención. También se teme que se extralimiten los poderes de vigilancia policial.

Sin que ninguna de las partes se apacigüe con los compromisos alcanzados, la inmigración parece que seguirá siendo un tema candente para la política francesa en los próximos años.