Grecia ataca el turismo excesivo con nuevas tasas a los cruceros

Grecia ataca el turismo excesivo con nuevas tasas a los cruceros

El turismo, vital para Grecia, vuelve a estar en el punto de mira. El Gobierno griego ha decidido cobrar 20 euros a los pasajeros de cruceros que visiten Santorini y Mykonos.

Con ello se pretende atajar el turismo excesivo, al tiempo que se abordan problemas de sostenibilidad a largo plazo.

La llegada de cruceros amenaza las islas más populares

Santorini y Mykonos son famosas por sus hermosas playas y casas blancas, que atraen a millones de turistas cada año. Sin embargo, esta popularidad tiene sus inconvenientes.

En 2023, sólo Santorini recibió 1,3 millones de pasajeros de cruceros, desbordando sus infraestructuras. Mykonos también registró un aumento del 23% en las visitas de cruceros.

El elevado número de turistas ha provocado tráfico, largas esperas y daños al medio ambiente, especialmente durante las temporadas altas.

Para ayudar a gestionar las aglomeraciones, Grecia planea cobrar a los pasajeros de cruceros una tasa de 20 euros en verano. La idea es fomentar viajes más responsables.

El Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, mencionó que, aunque no todo el país está desbordado por los turistas, lugares como Santorini y Mykonos están notando definitivamente el impacto.

Un paso hacia el turismo sostenible

El turismo aportó 20.000 millones de euros a la economía griega en 2023, por lo que equilibrar la protección de lugares populares y el impulso a la economía resulta complicado.

El dinero del nuevo impuesto sobre cruceros revertirá en las comunidades locales, principalmente para mejorar las infraestructuras. De este modo, la población local se beneficia del turismo al tiempo que se reduce su impacto negativo.

El Gobierno también está limitando el número de cruceros que pueden atracar al mismo tiempo para repartir el número de visitantes a lo largo del año.

Estas medidas forman parte de un plan más amplio para resolver los problemas medioambientales causados por el turismo.

La escasez de agua en las islas es un gran problema, por lo que Grecia está introduciendo normas medioambientales para mantenerlas habitables y atractivas tanto para residentes como para turistas.

A coastal town with colorful buildings overlooks a calm, bright blue sea under a vibrant, partly cloudy sky.

(Imagen cortesía de tghurd vía Pixabay)

Aumento de los impuestos sobre los alquileres de corta duración

Las nuevas políticas no sólo se dirigen a los pasajeros de cruceros; los alquileres a corto plazo, como los de Airbnb, también están en el punto de mira.

El Gobierno tiene previsto aumentar los impuestos sobre los alquileres de corta duración, especialmente en Atenas, y dejará de conceder nuevas licencias de alquiler en tres zonas céntricas de la ciudad.

Con ello se pretende ayudar a que la vivienda sea más asequible para los residentes permanentes, que se han visto excluidos debido a la alta demanda de alquileres a corto plazo.

El impuesto de alquiler variará en función del tamaño y la calidad del inmueble. Por ejemplo, la tasa de resistencia al cambio climático para hoteles de cinco estrellas subirá de 10 a 15 euros por noche, con incrementos menores para los de cuatro y tres estrellas.

También se gravarán los alquileres de corta duración, con un máximo de 8 euros por noche.

Los turistas se enfrentan a mayores costes

A corto plazo, estas nuevas políticas podrían encarecer la visita a Grecia para los turistas.

Para los visitantes de larga duración o los que estén pensando en trasladarse a la Unión Europea (UE), el impacto podría ser más complejo. El aumento de los impuestos sobre los alquileres de corta duración podría hacer más difícil encontrar lugares asequibles donde alojarse durante periodos prolongados.

Sin embargo, a largo plazo, la apuesta del Gobierno por la sostenibilidad podría hacer más agradables lugares tan populares como Santorini y Mykonos, al proteger su belleza y accesibilidad.

Los esfuerzos de Grecia por gestionar el turismo excesivo también se alinean con las políticas más amplias de la UE, como el próximo Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), que facilitará los viajes a los ciudadanos extracomunitarios.

Al mejorar las infraestructuras y controlar el número de turistas, Grecia podría convertirse en una opción más atractiva para los solicitantes del ETIAS, permitiéndoles viajar más libremente por la UE sin necesidad de un visado completo.

An older couple stands on stone steps overlooking a calm blue sea, with whitewashed walls in the foreground.

(Imagen cortesía de jimmy teoh vía Pexels)

Establecer una nueva norma de turismo sostenible

Las nuevas políticas griegas también podrían afectar a la inmigración en toda la UE.

A medida que más países de la UE intenten equilibrar turismo y sostenibilidad, naciones como España e Italia, que se enfrentan a retos similares, podrían adoptar estrategias parecidas para proteger sus populares lugares turísticos.

El interés de la UE por el cambio climático y el desarrollo sostenible se refleja en las subidas de impuestos en Grecia, especialmente las destinadas a proteger el medio ambiente.

Estas medidas se ajustan a los objetivos más generales de la UE de reducir la huella de carbono y abordar los problemas medioambientales.

El planteamiento griego puede servir de modelo a otros países de la UE que quieran proteger sus destinos turísticos de los daños medioambientales.

Equilibrio entre turismo y conservación

Los nuevos impuestos y normativas de Grecia suponen un cambio significativo en la forma en que el país gestiona el turismo.

Aunque algunos visitantes pueden sentirse desalentados por el aumento de los costes, el objetivo es crear un modelo turístico más sostenible que apoye a las comunidades locales y proteja la belleza natural de sus famosas islas.

A largo plazo, este planteamiento podría cambiar la experiencia de los turistas en algunos de los destinos más populares de la UE.