Italia registra un aumento del 50% en la llegada de inmigrantes en 2023

Italia registra un aumento del 50% en la llegada de inmigrantes en 2023

A pesar de los esfuerzos del gobierno italiano por desalentar la inmigración mediante diversas medidas y decretos, el país fue testigo de un significativo aumento del 50% en el desembarco de inmigrantes el año pasado en comparación con 2021, hasta superar los 150.000 individuos.

La crisis en Túnez alimenta la migración irregular

Según los datos revelados el 29 de diciembre por el Ministerio del Interior, 155.754 migrantes llegaron a Italia en 2023, frente a los 103.846 de 2022.

En agosto se registró el mayor número de desembarcos mensuales, con 25.673 personas que llegaron a las costas italianas.

El análisis del gobierno sugiere que la inestabilidad económica y política imperante en Túnez ha convertido al país en el primer punto de partida de las personas que abandonan África.

Pese a los intentos de la guardia costera tunecina de interceptar a las personas que se dirigen a Europa a través del Mediterráneo, sus esfuerzos han tenido un éxito limitado.

El grupo Wagner agrava los flujos migratorios

Las autoridades italianas también creen que los mercenarios rusos de Wagner que operan en África Occidental han contribuido al aumento de los flujos migratorios.

Financiado por Moscú, Wagner ha aplicado supuestamente una estrategia para intensificar la situación migratoria en el continente desestabilizando deliberadamente la región.

El nuevo pacto de la UE trae esperanzas

Sin embargo, los responsables gubernamentales se mostraron optimistas ante la posibilidad de que el impacto de la migración disminuya en 2024 tras el acuerdo de la UE sobre un nuevo pacto en materia de migración y asilo.

El acuerdo implica una distribución más justa de los solicitantes de asilo dentro del bloque y otras medidas destinadas a gestionar el reto migratorio de forma más global.

Más de 28.000 migrantes mueren al llegar a Italia desde 2013

Italia se ha enfrentado a una creciente afluencia de migrantes en la última década, con más de un millón de llegadas desde 2013.

A ello se ha sumado un preocupante número de víctimas mortales que supera las 28.000 personas.

La trágica tendencia comenzó en 2013, cuando 368 migrantes perdieron la vida durante el difícil viaje desde Libia.

Los grupos humanitarios calculan que más de 28.000 migrantes han muerto en el mar Mediterráneo tratando de llegar a Italia, entre ellos 1.143 menores.

Sólo en lo que va de año, más de 100 menores han muerto trágicamente o han desaparecido en el mar, lo que representa el 4% del total de víctimas mortales.

Menores no acompañados en situación de alto riesgo

Desde 2014, aproximadamente 112.000 menores no acompañados han llegado a Italia por mar, con más de 11.600 niños emprendiendo la peligrosa travesía del Mediterráneo y llegando no acompañados entre el 1 de enero y octubre de 2023.

El pico de llegadas de migrantes se produjo en 2016, cuando 181.000 inmigrantes desembarcaron en las costas italianas.

A medida que las cifras siguen aumentando, crece la preocupación por los riesgos que suponen para grupos vulnerables como los menores no acompañados.

La aprobación de ETIAS podría ser más difícil

El aumento de la inmigración irregular y de las muertes en el Mediterráneo puede dar lugar a un endurecimiento de los requisitos del ETIAS para los viajeros una vez que el sistema se ponga en marcha en mayo de 2025.

ETIAS exigirá que los ciudadanos de más de 60 países obtengan una autorización previa de viaje antes de entrar en el espacio Schengen.

Con la migración y la seguridad fronteriza como prioridades principales, la crisis actual podría dar lugar a requisitos de elegibilidad y control del ETIAS más estrictos.

Esto podría dificultar la obtención de la autorización para viajeros de negocios, estudiantes, familias y nómadas digitales de las regiones afectadas.

Se espera un endurecimiento de las fronteras de la UE

Es probable que el aumento del 50% en las llegadas de inmigrantes a Italia impulse llamamientos para reforzar las fronteras exteriores de la UE en todo el bloque.

Algunos Estados miembros podrían presionar para que se amplíe el uso de muros fronterizos, vallas y tecnología de vigilancia para fortificar las fronteras terrestres y marítimas.

También podría tratarse de establecer más campos de refugiados y centros de procesamiento en el norte de África y Oriente Medio para contener los flujos.

Es posible que aumente el apoyo a las plataformas de desembarco fuera de la UE, donde los migrantes interceptados puedan ser devueltos rápidamente.

Con la migración exenta del régimen sin fronteras de Schengen, también pueden aumentar los controles en las fronteras interiores dentro de la zona de la UE.

La crisis actual podría acelerar los sistemas obligatorios de entrada y salida de la UE para intensificar el seguimiento de los ciudadanos extracomunitarios.

Un panorama sombrío exige medidas concretas

Aunque el nuevo pacto de la UE permite albergar ciertas esperanzas de mejora en 2024, sigue siendo preocupante que Italia sufriera un aumento tan significativo de las llegadas de inmigrantes el año pasado a pesar de los esfuerzos del gobierno por frenar los flujos.

Los viajes migratorios por el Mediterráneo son cada vez más peligrosos, y la muerte de más de 28.000 personas, entre ellas menores y otros grupos vulnerables, subraya la necesidad de ampliar las vías seguras y legales.

Se requieren medidas concretas para abordar las causas que obligan a las personas a emprender arriesgadas migraciones irregulares.