La decisión de Hungría sobre los visados desata la polémica en la UE

La reciente decisión de Hungría de flexibilizar las restricciones de visado para ciudadanos rusos y bielorrusos ha desatado una tormenta de debates en la Unión Europea (UE).

La decisión, tomada por el gobierno del Primer Ministro Viktor Orban, ha suscitado gran preocupación por los riesgos para la seguridad y las posibles amenazas de espionaje al bloque.

La polémica política de visados de Orban

En julio de 2024, Hungría amplió su régimen de trabajadores invitados para incluir a rusos y bielorrusos.

Con esta nueva política, los ciudadanos de estos países pueden obtener visados de trabajo de dos años, prorrogables por otros tres. Este cambio les permite, con el tiempo, solicitar la residencia permanente y establecerse con sus familias en Hungría.

La relajación de las restricciones ha alarmado a muchos dirigentes y representantes de la UE. Les preocupa que esta política pueda crear una laguna en las medidas de seguridad del espacio Schengeny poner en peligro la seguridad de los ciudadanos de la UE.

Los eurodiputados piden la suspensión de Hungría de Schengen

Un grupo de 67 diputados al Parlamento Europeo (PE) ha adoptado una postura firme contra la decisión de Hungría.

Han enviado una carta a la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que piden medidas más estrictas contra Hungría si se niega a cambiar su política de visados.

La eurodiputada checa Danuse Nerudova y el eurodiputado lituano Petras Auštrevičius iniciaron la carta, que pide una investigación urgente sobre la decisión de Hungría.

Los eurodiputados argumentan que esta política podría "representar una laguna y poner potencialmente en peligro el funcionamiento general del espacio Schengen y su papel como espacio seguro para los ciudadanos."

La carta sugiere que si Hungría no modifica su política, la UE debería considerar la introducción de nuevos controles fronterizos con el país o incluso cuestionar su presencia en el espacio Schengen.

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(Imagen cortesía de Artur Roman vía Pexels)

La Comisión Europea exige respuestas

Ante la creciente inquietud, la Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto.

El 7 de agosto de 2024 enviaron una carta a las autoridades húngaras exigiendo explicaciones sobre la facilitación de visados antes del 19 de agosto.

La portavoz de la Comisión Europea, Anitta Hipper, declaró: "La Comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, pidió en la carta que Hungría proporcionara más información sobre el ámbito de aplicación de este plan y su conformidad con la legislación de la UE".

La Comisión subrayó que Rusia representa una amenaza para la seguridad de la UE y que Hungría tiene la obligación de comprobar si se respetan las condiciones de entrada del Código de fronteras Schengen.

Temor al espionaje ruso

Una de las principales preocupaciones de los dirigentes de la UE es la posibilidad de que aumente el espionaje ruso dentro del bloque.

El Partido Popular Europeo (PPE), el mayor grupo del Parlamento Europeo, ha expresado su preocupación por que la flexibilización de las normas de entrada en Hungría pueda dar lugar a un aumento de los riesgos de espionaje y plantear problemas de seguridad nacional.

En su carta al Presidente de la Comisión Europea, los eurodiputados afirman:

"Estos 'trabajadores' con visados húngaros podrán circular libremente por todo el espacio Schengen. Sin la debida autorización, existe el riesgo de que estos ciudadanos no europeos refuercen la red de espionaje ruso dentro de la UE."

EU Headquarters

(Imagen cortesía de Jonas Horsch vía Pexels)

La respuesta de Hungría y las relaciones internacionales

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se ha caracterizado por estrechar sus lazos con Rusia en comparación con otros dirigentes de la UE.

En una reunión con el Presidente Putin, Orban habló de la actual cooperación entre Rusia y Hungría, especialmente en el sector energético.

ElPresidente Putin declaró: "Rusia y Hungría siguen cooperando en diversos ámbitos, principalmente en el sector energético. Y los principios clave son el sano pragmatismo y el beneficio mutuo".

Esta declaración ha avivado aún más las dudas sobre las motivaciones de Hungría para cambiar su política de visados.

Posible sacudida en Schengen

La controversia en torno a la decisión húngara sobre los visados podría tener importantes repercusiones tanto para los visitantes de corta duración como para los emigrantes de larga duración a la UE.

Aunque los efectos inmediatos pueden no ser evidentes, podría haber un mayor escrutinio y requisitos de entrada potencialmente más estrictos para los viajeros procedentes de países considerados con estrechos vínculos con Rusia o Bielorrusia.

Esta situación pone de relieve la complejidad del próximo Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Próximo a ponerse en marcha, ETIAS pretende reforzar la seguridad fronteriza del espacio Schengen.

La actuación de Hungría puede llevar a la UE a reevaluar y posiblemente endurecer los requisitos del ETIAS, lo que afectaría a los viajeros de países exentos de visado.

En cuanto a los inmigrantes, la controversia podría dar lugar a controles de antecedentes más rigurosos y a plazos de tramitación más largos para las solicitudes de visado en toda la UE.

Los países podrían mostrarse más cautelosos a la hora de aceptar inmigrantes vinculados a Rusia o Bielorrusia, aunque entren a través de otros países de la UE.

Planes de fronteras

Es probable que la decisión de Hungría suscite un debate más amplio sobre las políticas de inmigración en toda la UE.

Otros Estados miembros podrían impulsar una normativa de visados más unificada y estricta para evitar situaciones similares en el futuro.

Este incidente podría acelerar los esfuerzos para crear una política de inmigración de la UE más centralizada, reduciendo la autonomía de cada Estado miembro en las decisiones relacionadas con los visados.

También puede dar lugar a una mayor supervisión y evaluación de las prácticas de expedición de visados de cada país para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad de la UE.

Además, esta controversia podría dar lugar a sanciones más estrictas para los países que se desvíen de las políticas de inmigración acordadas, lo que podría incluir limitaciones a su participación en el Espacio Schengen o en otros programas de la UE.

Un punto de inflexión para la unidad de la UE

La polémica en torno a la decisión de Hungría sobre los visados marca un momento crítico para la Unión Europea. Pone de relieve el delicado equilibrio entre soberanía nacional y seguridad colectiva dentro del bloque.

Mientras la UE lidia con este reto, el resultado podría determinar de forma significativa el futuro de la política europea de inmigración y las relaciones interestatales.

Las próximas semanas serán cruciales para determinar si este incidente conduce a una mayor unidad o a divisiones más profundas dentro de la UE.