La interrupción del servicio E-Gate en el Reino Unido suscita inquietud sobre la próxima puesta en marcha del SES en la UE

La interrupción del servicio E-Gate en el Reino Unido suscita inquietud sobre la próxima puesta en marcha del SES en la UE

El 7 de mayo, las puertas electrónicas de los aeropuertos del Reino Unido, que utilizan tecnología de reconocimiento facial para procesar a los viajeros en la frontera, sufrieron un apagón generalizado.

Esto provocó importantes retrasos y largas colas en los principales aeropuertos, como Heathrow, Gatwick y Manchester.

Las interrupciones causan retrasos a miles de personas

El Ministerio del Interior británico investigó y descartó un ciberataque, atribuyendo la interrupción a un problema técnico de ámbito nacional.

A pesar de la interrupción, la seguridad fronteriza permaneció intacta y no hubo indicios de actividad cibernética maliciosa.

A las 19.44 horas, los ingenieros detectaron el problema en la red y activaron rápidamente una respuesta de contingencia a gran escala. Los trabajadores de las fuerzas fronterizas tuvieron que procesar manualmente a los pasajeros, lo que prolongó los tiempos de espera.

El Ministerio del Interior pidió disculpas a los viajeros afectados y agradeció a las aerolíneas su cooperación durante el incidente.

Retos actuales de la tecnología fronteriza del Reino Unido

El incidente del 7 de mayo no fue la primera vez que las puertas electrónicas automatizadas del Reino Unido han tenido problemas.

En mayo de 2023, hubo un problema informático que afectó a los aeropuertos de todo el país.

Luego, en agosto del mismo año, se cancelaron unos 2.000 vuelos porque el sistema de los Servicios Nacionales de Tráfico Aéreo, que procesa automáticamente los planes de vuelo, tuvo un fallo.

Estos problemas repetidos han suscitado inquietud sobre la fiabilidad de la tecnología fronteriza del Reino Unido, especialmente con los próximos cambios en los procedimientos de entrada y salida de la Unión Europea (UE).

El SES se pondrá en marcha en octubre

En octubre, la UE tiene previsto poner en marcha su nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES).

Este sistema, introducido tras el Brexit, exigirá huellas dactilares y escáneres faciales a los viajeros del Reino Unido que se dirijan a países de la UE y a los de la zona Schengen.

Su objetivo es mejorar la seguridad fronteriza y facilitar la entrada y salida de los países a los ciudadanos de fuera de la UE, incluidos los británicos.

Sin embargo, un informe reciente reveló que casi dos tercios de los adultos británicos desconocen este nuevo sistema.

Muchos expresaron su preocupación por la tecnología de reconocimiento facial y el almacenamiento de sus datos biométricos durante tres años.

Debido a esta falta de conocimiento y preocupación entre los viajeros británicos, algunos expertos temen que se produzca un caos en la frontera cuando se ponga en marcha el sistema.

El retraso de la aplicación del SES aumenta la preocupación por su implantación

El gobierno británico tenía previsto introducir una aplicación para agilizar el proceso y reducir las colas en aeropuertos y puertos. Sin embargo, recientemente ha anunciado que la aplicación se retrasará.

Esto ha aumentado la preocupación sobre si tanto el Reino Unido como la UE están preparados para el nuevo sistema.

La Border Force quiere hacer una "frontera inteligente" utilizando tecnología facial avanzada en las nuevas puertas electrónicas. Sin embargo, debido a los recientes problemas técnicos del sistema actual, los críticos han cuestionado este plan.

Las pruebas de las nuevas puertas electrónicas tendrán lugar este año, pero su éxito sigue siendo incierto a la vista de los continuos problemas.

Otro requisito de viaje para los ciudadanos británicos que visiten la UE

Además del SES, la UE tiene previsto poner en marcha en 2025 el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS).

Similar al Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA) de Estados Unidos y a la autorización electrónica de viaje (ETA) del Reino Unido, el ETIAS exigirá a los nacionales de terceros países exentos de visado, incluidos los ciudadanos del Reino Unido, que soliciten una autorización de viaje antes de entrar en la UE.

Para solicitarla, la mayoría de los viajeros tendrán que pagar una tasa de 7 euros, pero hay excepciones para los menores de 18 años y los mayores de 70.

Si se aprueba, el ETIAS será válido durante tres años, lo que permitirá múltiples viajes. Sin embargo, si el pasaporte de un viajero caduca o su ETIAS expira mientras está en la UE, tendrá que solicitar uno nuevo.

Aplicación gradual del SES para minimizar las perturbaciones

Guy Opperman, Ministro de Carreteras y Transporte Local del Reino Unido, ha sugerido que la UE podría introducir la EEE lentamente a lo largo de seis meses.

Este planteamiento tendría como objetivo reducir las largas colas y las complicaciones en las fronteras entre el Reino Unido y la UE. De este modo, el cambio afectaría poco a los viajeros y a los trabajadores fronterizos, lo que facilitaría el paso al nuevo sistema.

Sin embargo, Yann Leriche, director ejecutivo de Eurotunnel, se mostró en desacuerdo con las afirmaciones de que se producirían trastornos significativos. Afirmó que la nueva tecnología fronteriza sólo prolongaría los viajes entre cinco y siete minutos, garantizando un proceso rápido y sin contratiempos.

Retos e incertidumbres

Mientras el Reino Unido lidia con los recurrentes fallos de la puerta electrónica y se prepara para la implantación del Sistema de Entrada/Salida de la UE, sigue creciendo la preocupación por las posibles interrupciones de los viajes y la preparación de ambas partes para hacer frente a los nuevos requisitos.

Aunque se están haciendo esfuerzos para minimizar el impacto en los viajeros, como la propuesta de introducción gradual del SES y el desarrollo de una aplicación móvil, el éxito de estas medidas está por ver.

A medida que se acerca la fecha de lanzamiento en octubre, es crucial que tanto el Reino Unido como la UE aborden los retos técnicos y garanticen una comunicación clara con el público para facilitar una transición fluida al nuevo sistema de control fronterizo.