La Presidencia del Consejo de la UE busca una "visión común" sobre las demandas estadounidenses de acceso directo a bases de datos

La Presidencia del Consejo de la UE busca una "visión común" sobre las demandas estadounidenses de acceso directo a bases de datos

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos pretende acceder directamente a las bases de datos de los Estados miembros de la Unión Europea ( UE ) para controlar a los viajeros antes de que entren en el país, según documentos obtenidos por Statewatch.

Sin embargo, reina la confusión en torno a lo que se propone exactamente y a si los acuerdos deben negociarlos los gobiernos nacionales o las instituciones de la UE.

Según el plan del DHS, conocido como Asociación para la Mejora de la Seguridad Fronteriza (EBSP, por sus siglas en inglés), las autoridades cotejarían las huellas dactilares de los viajeros con las listas de vigilancia de delincuentes y terroristas.

EE.UU. también se propone almacenar los datos recogidos de ciudadanos extranjeros en sus propias bases de datos, como IDENT/HART.

Varios países de la UE ya han entablado negociaciones bilaterales con EE.UU. sobre estas propuestas.

Se dice que las conversaciones se encuentran en "distintas fases" en varios Estados miembros.

La incertidumbre jurídica crea problemas de aplicación

Una nota redactada por la Presidencia belga del Consejo de la UE en enero de 2024 admite que actualmente "no se entiende claramente si la negociación sobre la EBSP es competencia de la Unión o de un Estado miembro".

Esta inseguridad jurídica hace difícil determinar si la Comisión Europea debe buscar un mandato para toda la UE o dejar que cada Estado llegue a sus propios acuerdos con Washington.

También hay cuestiones abiertas sobre las bases de datos a las que pretende acceder Estados Unidos, los métodos de acceso que se buscan y los fines para los que se utilizaría la información en última instancia.

Dada la confusión, los Estados miembros de la UE no han logrado hasta ahora ponerse de acuerdo sobre un planteamiento conjunto.

Sin embargo, existe consenso sobre la necesidad de coordinar los debates en el Grupo de Trabajo del Consejo sobre Intercambio de Información en materia de Justicia y Asuntos de Interior (IXIM).

Reunión de la Embajada de EE.UU. para aclarar la situación

Para ayudar a aclarar sus planes, EE.UU. ha propuesto una "reunión informal de información" entre funcionarios estadounidenses, instituciones de la UE y Estados miembros.

La Presidencia belga ha pedido a los países que presenten todas las preguntas pendientes sobre las propuestas de la PESC antes de la reunión.

El documento dice que la reunión es una oportunidad para que los Estados "reciban información idéntica simultáneamente de los EE.UU.", lo que sugiere que Washington ha proporcionado hasta ahora diferentes versiones de su política pide a los distintos gobiernos.

En aras de la transparencia, la Presidencia ha instado a los Estados miembros que ya mantienen conversaciones bilaterales con Estados Unidos a que compartan los detalles de las negociaciones en el marco de los debates de la IXIM.

La fecha límite de 2027 refuerza la urgencia de las exigencias estadounidenses

EE.UU. ha fijado el año 2027 como fecha límite para la plena aplicación de las propuestas de ampliación de los controles biométricos en las fronteras.

Dada la magnitud de los preparativos jurídicos y técnicos necesarios, la Presidencia belga señala que "la necesidad de claridad y de una mayor coordinación" es cada vez más urgente.

Según el documento, es necesaria una "visión común" del "camino a seguir" entre la UE y los Estados miembros para cumplir el plazo de Washington.

Sin embargo, no se menciona si el público europeo recibirá más detalles sobre las propuestas que permiten a las autoridades estadounidenses acceder a sus datos.

Las normas ETIAS y de visados podrían sufrir cambios

El próximo sistema ETIAS de la UE, que se pondrá en marcha en mayo de 2025, podría tener que adaptarse a las nuevas exigencias de acceso a los datos de Estados Unidos.

Todos los visitantes del espacio Schengen exentos de visado necesitarán una autorización ETIAS previa al viaje en virtud de las normas que entrarán en vigor el próximo año.

Si las propuestas del EBSP se aplican en su forma actual, los datos de millones de solicitantes del ETIAS podrían acabar estando directamente a disposición de las autoridades de inmigración estadounidenses cada año.

Los inmigrantes de larga duración, como familias, estudiantes y nómadas digitales, también podrían tener que someterse a más controles de antecedentes antes de entrar en Estados Unidos.

El endurecimiento de las fronteras aviva el debate sobre la inmigración

Las demandas de datos estadounidenses podrían suscitar cuestiones más amplias en torno a la seguridad de las fronteras y los regímenes de inmigración de la UE.

Las normas sobre las fronteras exteriores del espacio Schengen, junto con las políticas nacionales sobre visados y flujos migratorios, podrían verse sometidas a presiones para alinearse con el enfoque más estricto de Washington.

En los últimos años, las tensiones transatlánticas han aumentado en cuestiones que van desde el comercio a la fiscalidad, y la inmigración y los flujos de datos transfronterizos pueden ser el último punto de conflicto entre Bruselas y la Casa Blanca por la divergencia de políticas.

Un largo camino por recorrer

Aunque es evidente que los planes de seguridad fronteriza de EE.UU. exigen un examen detallado, las negociaciones parecen abocadas a prolongarse, dada la actual falta de claridad de Washington y los mensajes contradictorios que se transmiten a los distintos gobiernos de la UE.

Para que los Estados miembros puedan cumplir el plazo de aplicación de 2027, es necesario llegar rápidamente a un consenso sobre cuestiones fundamentales como las competencias legales, los métodos de acceso, los fines del uso de los datos y la protección de los derechos fundamentales.

Con la privacidad de los viajeros europeos en juego, el público también merece mucha más transparencia sobre las propuestas que permiten a las autoridades externas acceder a las bases de datos nacionales y de la UE.

Lograr un acuerdo generalizado podría ser un gran reto.