La reimposición de los controles fronterizos en Croacia pone de relieve las presiones migratorias

La reimposición de los controles fronterizos en Croacia pone de relieve las presiones migratorias

Menos de un año después de que Croacia entrara en el espacio Schengen sin fronteras, el país ha pasado a reforzar los controles en medio de las presiones migratorias regionales, lo que subraya tensiones más amplias en un momento en que la Unión Europea (UE) trata de equilibrar la apertura de fronteras con las preocupaciones por la seguridad.

Vuelven los controles tras meses de libre circulación

El 1 de enero de 2023, Croacia suprimió los controles de personas en las fronteras terrestres y marítimas con otros países Schengen.

Con esta medida histórica, Zagreb comenzó también a expedir visados Schengen y a integrarse en la zona sin fronteras que sustenta el compromiso europeo con la libre circulación.

Sin embargo, el 20 de noviembre Croacia anunció la reintroducción temporal de controles en sus fronteras, alegando esfuerzos para frenar la inmigración irregular. Eslovenia, Italia y otros Estados de la UE han tomado medidas similares en los últimos meses.

La medida se produce mientras las cifras de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, muestran más de 300.000 intentos de cruce irregular detectados en la llamada ruta de los Balcanes en lo que va de año, el nivel más alto desde 2015-16.

Equilibrio entre fronteras abiertas y seguridad

El restablecimiento de los controles pone de relieve los debates en toda la UE sobre el equilibrio entre los compromisos de apertura de fronteras y libre circulación y los deseos de limitar la inmigración irregular y mantener la seguridad interior.

Esta tensión ha llevado a los países a reintroducir esporádicamente controles fronterizos en el espacio Schengen en los últimos años, acogiéndose a las exenciones permitidas por las normas de Schengen.

Sin embargo, la frecuencia de estos controles ha preocupado a los defensores de las fronteras abiertas.

"Es necesario actuar de inmediato para garantizar el orden público y la seguridad", declaró el mes pasado el gobierno esloveno al anunciar sus propios controles fronterizos.

Otros Estados han evocado razonamientos similares.

Consecuencias para viajeros y migrantes

La medida croata no afecta actualmente a los viajeros de la UE exentos de visado ni a los ciudadanos de terceros países con visados Schengen válidos, que pueden entrar en Croacia sin controles fronterizos.

Sin embargo, las tensiones más generales ponen de relieve la posibilidad de que se endurezcan las políticas fronterizas de la UE si persiste la presión migratoria.

Esto podría suponer un mayor control de los visados y los requisitos de entrada en toda la región.

Además, la implantación prevista en 2005 del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS ) exigirá controles adicionales de elegibilidad para los visitantes exentos de visado.

En el caso concreto de los inmigrantes no comunitarios y los solicitantes de asilo, la reintroducción de los controles significa un endurecimiento de las actitudes frente a los intentos de entrada irregular.

Esto refleja los esfuerzos de la UE por trasladar la responsabilidad de los refugiados a terceros países.

Con la UE reforzando sus fronteras exteriores y presionando a sus vecinos para que limiten la inmigración, las rutas para los inmigrantes y refugiados no europeos que esperan entrar o establecerse en la región parecen cada vez más restringidas.

En los próximos meses se sabrá si los controles croatas son un caso aislado o si forman parte de un esfuerzo más amplio de la UE por replantearse el equilibrio entre la seguridad de las fronteras y los compromisos de apertura.

Por ahora, los líderes europeos se enfrentan a decisiones difíciles sobre cómo conciliar estas tensiones.

Conclusión

La reintroducción temporal de los controles fronterizos por parte de Croacia pocos meses después de su adhesión al espacio Schengen pone de relieve los debates en curso en la UE sobre el equilibrio entre la libre circulación y los deseos de limitar la inmigración irregular.

Aunque todavía no afecta a los viajeros ordinarios del espacio Schengen, la medida puede significar un endurecimiento de las actitudes, sobre todo hacia los inmigrantes y refugiados no europeos que esperan llegar a la región o establecerse en ella.

Con unas rutas cada vez más restringidas, parece que persistirán las tensiones entre las preocupaciones de la UE por la seguridad de las fronteras y sus compromisos de apertura.