La UE acelera los procedimientos de deportación en medio de la reforma migratoria

La UE acelera los procedimientos de deportación en medio de la reforma migratoria

La Comisión Europea está impulsando cambios en la gestión de las expulsiones en toda la UE, como parte del Pacto de Migración y Asilo.

Esto podría tener importantes repercusiones para los inmigrantes, los Estados miembros de la UE y los países no pertenecientes a la Unión.

La UE se centra en la eficacia de las expulsiones

Statewatch informa de que la Comisión Europea está impulsando procesos de deportación más rápidos como parte de su Pactosobre Migración y Asilo.

Una parte clave de esta reforma es la introducción de un "procedimiento fronterizo de retorno", cuyo objetivo es acelerar la deportación de las personas cuyas solicitudes de asilo son rechazadas.

Este procedimiento se centra en los nacionales de países con una tasa de aprobación de asilo en la UE del 20% o menos, como Senegal y Túnez.

La Comisión subrayó la importancia de completar las deportaciones en un plazo de 24 semanas.

Con esta política, las personas a las que se deniegue la protección internacional serán retenidas en condiciones similares a la detención en las fronteras exteriores de la UE hasta que finalice su deportación.

Un reto importante para la Comisión es reducir el tiempo necesario para identificar a las personas que serán deportadas y expedir los documentos de viaje necesarios para garantizar un retorno rápido.

Las sanciones en materia de visados presionan a los países que no cooperan

Una parte fundamental de la estrategia de deportación de la UE son las sanciones en materia de visados, dirigidas a los países que no cooperan con las deportaciones.

En virtud del artículo 25 bis del Código de visados de la UE, los países no pertenecientes a la UE que no cooperen pueden ser sancionados con tasas de visado más elevadas o plazos de tramitación más lentos para las solicitudes de visado de sus ciudadanos.

Este planteamiento se considera crucial para fomentar el cumplimiento.

Gambia fue uno de los primeros países en recibir estas sanciones en 2021 y sigue sometido a restricciones, aunque su tasa de deportación es relativamente alta (50%). Etiopía se enfrentó a sanciones similares a principios de este año.

El informe señala que estas sanciones han logrado fomentar la cooperación, dando lugar a nuevas conversaciones con países como Senegal y Camerún.

Etiopía e Irak también se han mostrado más dispuestos a cumplir las normas tras sufrir las sanciones.

Visa paper passport

(Imagen cortesía de jaydeep_ vía Pixabay)

Países a los que se pretende deportar rápidamente

Senegal, Túnez, Marruecos y Bangladesh se destacan en el informe de la Comisión por tener bajos índices de aprobación de asilo y altos niveles de migración irregular a la UE.

Se espera que estos países sean el foco principal de los procedimientos de deportación acelerada.

La Comisión también aboga por acuerdos de retorno con estas naciones. Por ejemplo, las negociaciones con Nigeria para un acuerdo de readmisión están a punto de concluir.

Estos acuerdos agilizarían el proceso de deportación, ayudarían a la UE a gestionar mejor los casos y aliviarían la carga de los Estados miembros que se enfrentan a altos niveles de inmigración irregular.

Soluciones digitales para acelerar las deportaciones

La UE está introduciendo sistemas de gestión de casos de retorno (RCMS) como parte de su esfuerzo por aumentar la eficacia de las deportaciones.

Estas plataformas digitales permitirán a las autoridades de la UE compartir información con terceros países para verificar la identidad de las personas que vayan a ser deportadas.

Mediante la comparación de datos biométricos y otra información pertinente entre países de la UE y terceros países, el objetivo es acelerar el proceso de deportación y garantizar que los documentos de viaje se expidan con prontitud.

Ya se utilizan plataformas RCMS en países como Bangladesh, Armenia y Pakistán, y se están desarrollando más sistemas para lugares como Costa de Marfil y Gambia.

La UE, en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), financia esta iniciativa.

Esta infraestructura digital pretende hacer frente a uno de los mayores problemas para la fluidez de las deportaciones: los retrasos en la tramitación de los documentos de viaje.

Identification scanning system

(Imagen cortesía de rawpixel vía Freepik)

Repercusiones para los visitantes y emigrantes de la UE

Se espera que los recientes cambios en los procedimientos de deportación de la UE tengan un gran impacto tanto en los visitantes de corta duración como en los inmigrantes.

Para las personas procedentes de países con bajos índices de aprobación de asilo, la agilización del proceso de deportación podría restar atractivo a Europa, sobre todo para quienes planean solicitar asilo.

Por ejemplo, los viajeros procedentes de países como Senegal y Túnez, donde las solicitudes de asilo se rechazan con frecuencia, podrían enfrentarse a un mayor escrutinio al entrar en la UE.

Las sanciones en materia de visados suponen otro obstáculo para los visitantes de corta duración procedentes de países que no cooperan con los esfuerzos de deportación.

Con tasas de visado más elevadas y retrasos en la tramitación, los nacionales de estos países pueden encontrar más dificultades para viajar a la UE, ya sea para visitas breves o para estancias más largas.

Además, las sanciones en materia de visados vinculadas al artículo 25 bis ponen de relieve el compromiso de la UE de hacer cumplir sus políticas migratorias, aun a riesgo de tensar las relaciones diplomáticas con países no pertenecientes a la UE.

Mayor control de la inmigración

La aceleración de los procedimientos de deportación supone un cambio importante en el planteamiento de la UE sobre la inmigración irregular.

El énfasis en los procedimientos fronterizos de retorno, combinado con las sanciones en materia de visados, forma parte de un esfuerzo más amplio por frenar la inmigración irregular y agilizar el proceso de deportación de aquellos cuya solicitud de asilo sea denegada.

Las sanciones en materia de visados contra los países que no cooperan sirven tanto de elemento disuasorio como de forma de imponer el cumplimiento.

Al vincular la cooperación en materia de deportaciones al acceso a los visados, la UE deja claro que la falta de cooperación en cuestiones migratorias tendrá consecuencias tangibles.

Este planteamiento podría incitar a los países que dependen de las sólidas relaciones de la UE para el comercio, los viajes y la diplomacia a reconsiderar sus políticas de inmigración.

La introducción del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), junto con las reformas de las políticas de visados de Schengen, pone aún más de relieve el compromiso de la UE de reforzar el control de la inmigración.

Al reforzar la normativa de entrada y agilizar las expulsiones, la UE pretende aliviar la presión sobre los Estados miembros y enviar un mensaje claro de que no se tolerará la inmigración irregular.

Visa application form

(Imagen cortesía de Gwengoat vía iStock)

Equilibrio entre eficacia y derechos humanos

El impulso dado por la UE a la agilización de los procedimientos de deportación marca un giro fundamental en su política migratoria.

Al dar prioridad a las devoluciones aceleradas y aprovechar las sanciones en materia de visados, la UE pretende reforzar el control de sus fronteras y agilizar el proceso de deportación de los solicitantes de asilo rechazados.

Sin embargo, estos cambios tendrán efectos significativos, especialmente para los emigrantes y viajeros de países con bajos índices de aprobación de asilo.

Con la próxima puesta en marcha de ETIAS y nuevas reformas de la política de visados, el panorama migratorio europeo se prepara para un cambio radical.

La cuestión clave es si estas medidas lograrán equilibrar la necesidad de control fronterizo con los compromisos humanitarios de la UE.