La UE suaviza las normas para que los nacionales de terceros países obtengan el estatuto de residentes de larga duración

La UE suaviza las normas para que los nacionales de terceros países obtengan el estatuto de residentes de larga duración

La Unión Europea (UE) ha acordado actualizar los criterios de elegibilidad para que los nacionales de terceros países adquieran el estatuto de residentes de larga duración en todo el bloque de 27 países.

Las normas revisadas facilitarán a quienes ya viven en la UE la consolidación de su estancia, al tiempo que atraerán talentos del extranjero.

Residencia acumulada en todos los Estados de la UE

Según la actual Directiva sobre residentes de larga duración, los ciudadanos de terceros países deben vivir legalmente y de forma continuada en un país de la UE durante cinco años antes de poder optar a la residencia de larga duración.

Las nuevas normas permitirán a los solicitantes acumular periodos de residencia legal en distintos Estados miembros de la UE para alcanzar el umbral de cinco años.

Por ejemplo, un ingeniero informático de la India podría pasar dos años trabajando en Alemania y otros tres en Francia antes de tener la duración requerida para la residencia de larga duración en toda la UE.

El cambio supone un giro hacia los derechos paneuropeos para los residentes extracomunitarios.

Tipos de permiso aceptados

Sin embargo, para que el tiempo pasado en otros Estados de la UE cuente, los solicitantes deben haber sido titulares de determinados permisos de residencia.

Entre ellos figuran la tarjeta azul de la UE para trabajadores altamente cualificados o los permisos expedidos para empleos altamente cualificados.

Otros tipos de visados temporales y de estudiante probablemente no contribuirán a los criterios de residencia acumulativa.

Criterios de elegibilidad estrictos

Además de la duración, los residentes de fuera de la UE tendrán que cumplir normas estrictas para que se les conceda el estatuto de larga duración. Esto incluye tener unos ingresos estables iguales o superiores a los umbrales mínimos fijados por cada Estado miembro.

También son obligatorios el seguro de enfermedad y el cumplimiento de las medidas de integración, cuando se impongan.

A quienes se queden sin empleo o dependan de la asistencia social se les pueden revocar sus derechos de larga duración.

Los criterios de elegibilidad intentan seleccionar a candidatos capaces de subsistir sin depender de fondos públicos. Sin embargo, los críticos sostienen que los requisitos son excesivos y deberían relajarse.

Derechos y beneficios

A pesar de los exigentes criterios, la zanahoria de la residencia de larga duración en toda la UE viene acompañada de sabrosas ventajas.

Los titulares adquieren casi el mismo estatus y derechos que los ciudadanos de la UE para acceder al empleo, la educación, la sanidad y la asistencia social.

Los residentes de larga duración también obtienen privilegios de movilidad para emigrar entre Estados de la UE por motivos laborales o personales.

La posibilidad de trasladarse sin visado dentro de la UE es una ventaja fundamental frente a otros permisos de residencia.

Repercusiones para los viajeros e inmigrantes de la UE

Para los ciudadanos no comunitarios que ya residen legalmente en Europa, la Directiva actualizada sobre residentes de larga duración aporta mayor flexibilidad e incentivos para prolongar su estancia.

La flexibilización de los criterios mejora la accesibilidad, mientras que los derechos asociados hacen que merezca más la pena comprometerse a largo plazo.

Sin embargo, quienes entren en la UE para viajes cortos no se verán afectados. Los visitantes de la UE procedentes de países exentos de visado pueden seguir viajando sin visado hasta 90 días en un periodo de 180 días.

El sistemaETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes), que se implantará en mayo de 2025, también permitirá la entrada sin visado en condiciones similares.

De este modo, los turistas, los viajeros de negocios y los inmigrantes de corta duración, como los nómadas digitales, podrán entrar y permanecer temporalmente en la UE con independencia de la Directiva sobre residentes de larga duración.

Efectos sobre las políticas de inmigración

En cuanto a las políticas de inmigración, los Estados de la UE conservan plena soberanía para determinar el número y la selección de extranjeros para la residencia de larga duración.

El principal impacto es, más bien, armonizar los derechos y condiciones de residencia en toda la región una vez obtenido el estatuto.

Mediante la convergencia de las políticas nacionales sobre elegibilidad, prestaciones sociales, requisitos de integración y privilegios de movilidad, la Directiva actualizada pretende establecer un modelo normalizado en toda la UE para los titulares de permisos de larga duración.

El régimen avanza

Las modificaciones acordadas aún deben someterse a negociaciones con el Parlamento Europeo antes de convertirse en ley en los 27 Estados miembros.

Sin embargo, la facilitación del acceso y el fomento de la integración en toda la UE son ya principios básicos.

A medida que se agrave la crisis de envejecimiento de la población, será más importante canalizar a los inmigrantes extracomunitarios hacia la residencia de larga duración.

Ofrecer una vía hacia la casi igualdad de derechos y la movilidad regional ofrece fuertes incentivos a los recién llegados que deseen establecerse.

Si se aplica de forma coherente, la Directiva actualizada sobre residentes de larga duración podría convertirse en un poderoso instrumento de apoyo a la demanda europea de talento global.

Atraer a extranjeros cualificados para cubrir vacantes y, al mismo tiempo, hacer circular a los residentes allí donde sea necesario será fundamental para la competitividad económica y la sostenibilidad social de la UE en el futuro.