Las llegadas por mar a Italia alcanzan su nivel más alto en cinco años pese a las medidas represivas del Gobierno

Las llegadas por mar a Italia alcanzan su nivel más alto en cinco años pese a las medidas represivas del Gobierno

Más de 155.750 migrantes y refugiados llegaron a Italia por mar en 2023, lo que supone un aumento de casi el 50% respecto a 2022, según datos del Ministerio del Interior italiano.

Esta afluencia récord se produce a pesar de los agresivos esfuerzos del Gobierno de derechas italiano por frenar la migración irregular a través del Mediterráneo.

Las medidas políticas no logran frenar la marea de llegadas por mar

"El número de llegadas de este año ciertamente no se corresponde con el objetivo de las medidas políticas que el Gobierno ha introducido en varias direcciones para combatir y derrotar el tráfico de personas", declaró el 31 de diciembre el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, al diario italiano La Stampa.

Desde su llegada al poder en octubre de 2022, la administración de la primera ministra italiana Giorgia Meloni ha hecho de la reducción de la migración marítima una de las piedras angulares de su programa político.

Entre las medidas adoptadas figuran la firma de acuerdos con países del norte de África para realizar patrullas marítimas y la creación de centros de control en alta mar.

Grupos de derechos humanos denuncian la represión italiana

Un informe de diciembre del Consejo de Europa criticaba la colaboración de Italia con Libia y Túnez en materia de migración, así como los esfuerzos por "criminalizar" a los rescatadores humanitarios que operan en el Mediterráneo.

"Las autoridades deben suspender toda cooperación con Libia en materia de deportaciones y repatriaciones", decía el informe, al tiempo que instaba a las autoridades italianas a "poner fin a las prácticas que obstaculizan las operaciones de búsqueda y rescate en el mar".

En respuesta, el ministro Piantedosi defendió los pactos de Italia con sus vecinos norteafricanos como "esenciales para desmantelar las redes de tráfico de migrantes."

La ruta del Mediterráneo central es la más mortífera para los migrantes

El paso del Mediterráneo central desde el norte de África hasta Italia se ha convertido en la ruta migratoria más transitada y mortífera hacia Europa.

Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, más de 2.750 migrantes y refugiados murieron o desaparecieron cruzando el Mediterráneo central en 2023, más que cualquier año desde 2017.

Más de 11.600 menores no acompañados hicieron la peligrosa travesía marítima hacia Italia hasta septiembre de 2022, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

"El mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio para los niños y su futuro", ha declarado Regina De Dominicis, de UNICEF.

Los barcos de migrantes se enfrentan a cada vez más obstáculos

Un decreto italiano de 2022 amenaza a las embarcaciones privadas de búsqueda y rescate con fuertes multas o el embargo si realizan varios rescates por viaje a través del Mediterráneo.

Grupos de ayuda como Médicos Sin Fronteras han acusado a esta política de provocar un aumento de las tasas de mortalidad en el mar.

Los funcionarios defendieron las normas como necesarias para combatir el contrabando de personas.

Mientras tanto, un posible acuerdo con Albania podría suponer el traslado de los solicitantes de asilo interceptados en el Mediterráneo a centros de detención en el país balcánico.

Los problemas de la inmigración ensombrecen las perspectivas turísticas de Italia

La crisis migratoria italiana complica los esfuerzos por atraer turistas y residentes de larga duración del extranjero.

Las escenas de hacinamiento en los barcos de migrantes y los centros de detención podrían disuadir a las familias de la Unión Europea (UE ), los inversores y los nómadas digitales de visitar el país o trasladarse.

Los enfrentamientos también ponen en peligro la participación de Italia en iniciativas de viajes sin fronteras como el Espacio Schengen.

La incapacidad continuada para controlar la afluencia de inmigrantes y las fronteras meridionales puede atraer la presión de los Estados del norte de la UE.

Con el nuevo programa de exención de visados del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) de la UE previsto para 2025, aumentan las especulaciones sobre si Italia mantendrá el acceso sin restricciones.

Una suspensión devastaría los ingresos turísticos de Italia.

La crisis reaviva la presión de la UE para reformar las normas migratorias

Como principal punto de entrada al Mediterráneo, Italia lleva tiempo exigiendo más apoyo de la UE en materia de migración.

La afluencia de 2023 hace aún más urgente la petición de Roma de que se renueven las normas de asilo en todo el bloque.

La normativa actual de la UE impone una carga desproporcionada a los países fronterizos del sur.

Italia y sus aliados, como Grecia, proponen cuotas obligatorias de refugiados y la ampliación de las patrullas de Frontex.

Sin embargo, los Estados más ricos del norte se han resistido a la reforma.

Aunque apoyan la ayuda a la seguridad fronteriza, se oponen a abrir las puertas a un mayor número de solicitantes de asilo mediante cuotas.

El sentimiento antiinmigración aumenta en toda Europa, por lo que el escenario parece abocado a nuevos enfrentamientos entre los Estados miembros de la UE en torno a la política migratoria.

El récord de llegadas aumenta la presión

El flujo sin precedentes de llegadas por mar se suma a los retos internos de la joven administración italiana.

Los líderes de derechas llegaron al poder prometiendo tomar medidas enérgicas contra la inmigración, pero ahora se enfrentan a críticas por la falta de soluciones.

Aun así, el ministro Piantedosi afirmó que, sin políticas estrictas, los flujos migratorios procedentes del norte de África serían aún mayores.

Con factores como el cambio climático y la inestabilidad en Oriente Próximo y el Norte de África a punto de provocar nuevos desplazamientos, la crisis migratoria europea puede seguir poniendo a prueba a las autoridades italianas en 2024 y más allá.