Las protestas contra el turismo arrasan Canarias

Las protestas contra el turismo arrasan Canarias

Miles de manifestantes recorrieron las calles de las Islas Canarias el sábado 20 de abril de 2024.

Los manifestantes protestaban contra la forma en que el turismo de masas está afectando a las islas. Alrededor de 57.000 personas participaron en las protestas, que tuvieron lugar en las siete islas.

"Canarias no se vende

En las principales ciudades, grandes multitudes ondeaban banderas, coreaban cánticos y silbaban.

Llevaban pancartas con mensajes como "¡Canarias no se vende!", "Moratoria al turismo" y "Respeta mi casa".

Uno de los manifestantes explicó que no están en contra de los turistas, sino de un sistema turístico que no ayuda a su tierra y que hay que arreglar.

Los grupos ecologistas encabezan el movimiento

Unos 20 grupos sociales y ecologistas se unieron para organizar estas protestas.

Argumentaban que el exceso de turistas perjudica a los lugareños y al medio ambiente.

Antonio Bullón, uno de los líderes de la protesta, dijo que el gobierno tiene que poner fin a este sistema perjudicial que daña los recursos y hace que la economía sea menos estable.

Petición de límites de visitantes y ecotasas

Los grupos pedían a las autoridades que controlaran el número de personas que visitan las islas.

Sugirieron ideas como añadir una ecotasa para ayudar al medio ambiente, detener el turismo durante un tiempo (una moratoria) y dificultar la compra de propiedades a los no residentes.

Las Islas Canarias no dan abasto, y los canarios están hartos, explica Bullon.

Un punto turístico bajo presión

Las Islas Canarias, famosas por sus volcanes y su clima soleado todo el año, recibieron casi 14 millones de visitantes extranjeros en 2023, un 13% más que el año anterior.

El 40% de los residentes trabaja en el turismo, que supone el 36% de la economía de las islas.

Sin embargo, algunos manifestantes dicen que tanto turismo es insostenible porque las islas no tienen recursos suficientes para que siga funcionando.

Un movimiento nacional contra el turismo excesivo

Después de que se suavizaran las restricciones a los viajes tras la pandemia, España, el segundo país más visitado del mundo, ha experimentado un aumento de las protestas contra el turismo.

Estos movimientos se están produciendo en lugares como Barcelona, Baleares, Málaga y Cataluña.

Los residentes están molestos por la escasez de viviendas, el exceso de ruido, la contaminación que daña el medio ambiente y la escasez de recursos debido al exceso de turistas.

Las autoridades buscan el equilibrio entre turismo y sostenibilidad

El Gobierno español reconoce que necesita establecer más normas a medida que crece el turismo.

Sin embargo, también quieren equilibrar las necesidades de la población local con la lucrativa industria turística, que representa alrededor del 12,8% de la economía española.

Algunas ciudades ya están tomando medidas para hacer frente a la masificación, como restringir el tamaño de los grupos y no permitir altavoces durante las visitas.

Un paisaje cambiante

El aumento de las protestas contra el turismo en España plantea nuevas consideraciones a los viajeros de la Unión Europea (UE).

A medida que España trata de controlar el turismo excesivo, es posible que se establezcan normas para limitar el número de visitantes. Esto podría significar límites sobre dónde pueden alojarse los visitantes o a qué lugares pueden ir.

Además, a mediados de 2025 se pondrá en marcha el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Este control previo al viaje para los viajeros exentos de visado Schengen pretende reforzar la seguridad dentro de la UE.

Sin embargo, si España adopta nuevas normas debido al exceso de turismo, podría haber cambios en la forma en que el país admite a los viajeros.

Un giro político

Más allá de los visitantes de corta duración, las protestas ponen de relieve retos más amplios en materia de sostenibilidad. Esto podría influir en el enfoque de España sobre las opciones de residencia a largo plazo, como los visados de inversión, los permisos para nómadas digitales o los visados para estudiantes.

El Gobierno podría dar prioridad a políticas que alineen los intereses económicos con la protección del medio ambiente y el bienestar de la comunidad.

A medida que España busque soluciones, sus políticas de inmigración podrían evolucionar. Esto puede implicar una regulación más estricta de la propiedad por parte de no residentes o la revisión de los criterios para los permisos de residencia.

Equilibrar los ingresos del turismo con la preservación de los recursos y las necesidades locales de vivienda serán consideraciones cruciales.

España en busca de un turismo sostenible

Mientras España se enfrenta a las consecuencias del turismo excesivo, las protestas contra el turismo ponen de relieve la urgente necesidad de un modelo turístico sostenible.

Equilibrar los beneficios económicos con la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales es un reto que las autoridades españolas deben abordar para garantizar la viabilidad a largo plazo de la industria turística.