Los países mediterráneos piden más cooperación de la UE en materia de migración

Los países mediterráneos piden más cooperación de la UE en materia de migración

España, Italia, Grecia, Chipre y Malta han instado a la Unión Europea (UE) a redoblar sus esfuerzos para prevenir los flujos migratorios irregulares.

Los países, conocidos como el grupo MED5, mantuvieron una reunión en Las Palmas de Gran Canaria para debatir cómo poner en marcha el nuevo Pacto de la UE sobre Migración y Asilo.

Durante la reunión, los ministros acordaron que la UE debe colaborar estrechamente con los países de los que proceden o por los que pasan la mayoría de los inmigrantes para llegar a Europa.

También hicieron hincapié en la importancia de garantizar el pleno cumplimiento de los acuerdos con estos países para que la migración sea organizada y segura.

El Pacto apuesta por la responsabilidad compartida y la solidaridad

El nuevo pacto migratorio, adoptado tras años de negociaciones, establece un marco jurídico común basado en la responsabilidad compartida y la solidaridad tangible entre los Estados miembros de la UE.

Uno de los grandes cambios es la tramitación de las solicitudes de asilo en la frontera. Ahora deben tramitarse en sólo cinco días.

Este rápido proceso decide si una persona puede quedarse o ser deportada.

A diferencia de antes, cuando los países tenían cuotas obligatorias, ahora tienen opciones. Pueden optar por acoger a los inmigrantes, ofrecerles ayuda económica o desplegar personal.

Todos los ministros están de acuerdo en que estas normas se apliquen correctamente.

Preocupación por la financiación de los Estados de primera línea

El Ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, subrayó la importancia de una financiación adecuada y de estrategias personalizadas para los países que se ocupan del mayor número de migrantes.

Señaló que los países del Med5 seguirán promoviendo el mensaje de que la gestión de la migración beneficia a toda la UE, no sólo a unos pocos países.

El Ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, coincidió en que la UE debe aumentar los fondos y encontrar formas de financiar proyectos que ayuden a los países de origen o de paso de los migrantes.

Temor ante las operaciones de búsqueda y rescate

Aunque el nuevo pacto pretende abordar los problemas de la migración, han surgido preocupaciones sobre cómo podría afectar a las misiones de rescate en el Mediterráneo.

Organizaciones no gubernamentales (ONG) y expertos temen que las nuevas normas dificulten aún más las cosas a los inmigrantes que intentan cruzar el peligroso mar.

El Mediterráneo se ha ganado trágicamente el apodo de "cementerio más grande de Europa" debido a las 29.000 muertes estimadas desde 2014.

Los buques de rescate operados por ONG se han enfrentado a más desafíos por parte de los países de la UE, como verse obligados a tomar rutas más largas para dejar bajar a los migrantes y lidiar con obstáculos administrativos.

Aclarar las responsabilidades del rescate en el mar

Los críticos sostienen que el pacto no aclara las responsabilidades de los Estados en materia de salvamento marítimo y apoyo a las organizaciones que ayudan a los náufragos.

Les preocupa que algunos países sigan obstruyendo las operaciones de rescate, alargando las rutas de los barcos y criminalizando a las ONG.

El pacto también establece un sistema de detención para las llegadas irregulares, lo que suscita preocupación por las condiciones y la duración de dichas detenciones.

Posible impacto de las nuevas zonas de búsqueda y rescate

La UE ha firmado recientemente acuerdos migratorios con Egipto y Mauritania, sumándose así a Turquía, Libia y Túnez en el control de los flujos migratorios.

Sin embargo, han surgido dudas sobre las prácticas y el historial de derechos humanos de algunos de estos países.

A los críticos les preocupa que dar zonas de búsqueda y rescate a estos países pueda hacer confusas las misiones de rescate en el Mediterráneo.

Esto podría suponer que los migrantes acabaran aún más en peligro, enfrentándose a más violencia, amenazas y explotación por parte de los contrabandistas.

Navegar por las nuevas normas de migración

El nuevo pacto migratorio de la UE podría afectar a quienes deseen viajar al espacio Schengen.

A partir de mediados de 2025, los viajeros de países que no necesitan visado tendrán que obtener algo una autorización ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes) antes de viajar. Esta autorización de viaje comprueba a los viajeros antes de que entren en el Espacio Schengen para hacerlo más seguro.

Las personas que tengan previsto permanecer en el Espacio Schengen durante mucho tiempo, como familias, inversores, nómadas digitales y estudiantes, podrían tener que pasar más controles.

El pacto se centra en frenar la inmigración irregular, por lo que algunos tipos de viajeros podrían enfrentarse a controles más duros.

Remodelación de las políticas de inmigración

El pacto migratorio podría obligar a los países de la UE a replantearse sus normas de inmigración para adaptarlas al nuevo plan.

Aunque el sistema ETIAS está destinado a los viajeros de corta duración, los países también podrían revisar sus normas para las personas que permanezcan más tiempo, como los trabajadores cualificados, los empresarios y los estudiantes.

Los países a la vanguardia de la inmigración podrían dificultar la entrada a determinados grupos o endurecer los controles.

Sin embargo, los mecanismos solidarios voluntarios del pacto podrían animar a los países a pensar en nuevas vías de migración legal, teniendo en cuenta tanto la seguridad como la economía.

Un equilibrio delicado

A medida que el nuevo pacto migratorio de la UE avanza hacia su aplicación, las preocupaciones planteadas por ONG, expertos y países mediterráneos ponen de relieve la necesidad de un planteamiento equilibrado.

Abordar los flujos migratorios irregulares respetando al mismo tiempo los principios humanitarios y garantizando una migración segura y ordenada sigue siendo un reto complejo para la Unión Europea.