Los Verdes alemanes piden el fin de los controles fronterizos

Los Verdes alemanes piden el fin de los controles fronterizos

Los controles en las fronteras interiores de Alemania han desatado un acalorado debate sobre el futuro de la zona europea sin fronteras.

Los políticos verdes cuestionan estas medidas, alegando que violan el espíritu del acuerdo de Schengen y podrían tener efectos de largo alcance sobre la unidad europea.

Un choque sobre fronteras abiertas

En octubre de 2023, la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, introdujo controles fronterizos fijos en los pasos con Polonia, la República Checa y Suiza.

Estos controles se sumaron a los ya existentes en la frontera austriaca, en vigor desde 2015.

El Gobierno alemán dijo que estas medidas tienen como objetivo frenar la migración irregular y luchar contra el contrabando de personas.

Faeser ha elogiado la eficacia de estos controles fronterizos, declarando: "Para mí, los controles fronterizos se mantendrán mientras sean necesarios. Hemos logrado un gran éxito en la reducción de la migración irregular [y] la lucha contra los contrabandistas ha sido muy eficaz."

Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta valoración. Los políticos verdes alemanes han expresado su preocupación en una carta abierta a la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La carta, firmada por personalidades como los eurodiputados Anna Cavazzini y Erik Marquardt, cuestiona la legalidad y eficacia de estos controles fronterizos.

Cuestionar las cifras

Los Verdes sostienen que el éxito de estos controles fronterizos no es tan evidente como afirma el Ministerio del Interior.

En su carta citan un nuevo informe de expertos que afirma: "Un nuevo dictamen de expertos demuestra que el efecto previsto de los controles fronterizos y los informes de éxito relacionados con ellos son muy cuestionables y a menudo no están probados estadísticamente".

El informe sugiere que, en lugar de detener la migración irregular, estos controles podrían estar provocando que la gente utilice rutas alternativas.

También señala la posibilidad de doble contabilización en las estadísticas y suscita preocupación por los rechazos ilegales en las fronteras.

Este desacuerdo sobre la eficacia de los controles fronterizos pone de relieve la compleja naturaleza de la gestión de la migración en la Unión Europea (UE).

También subraya la tensión entre las preocupaciones por la seguridad nacional y el compromiso de la UE con la libre circulación.

Germany border road sign at the highway

(Imagen cortesía de AndreyKrav vía iStock)

¿Una amenaza para Schengen?

El Acuerdo de Schengen, que permite viajar sin pasaporte por la mayor parte de Europa, es una piedra angular de la integración europea.

Los Verdes sostienen que la actuación de Alemania, junto con medidas similares adoptadas por otros siete países de la UE, viola el código de fronteras de Schengen.

Subrayan que, si bien los controles temporales con motivo de acontecimientos como el Campeonato Europeo de Fútbol o los Juegos Olímpicos son comprensibles, los controles fronterizos fijos a largo plazo van en contra del espíritu de Schengen.

La carta afirma: "Debería haber una salida de los controles fronterizos estacionarios, que en parte duran años, al final de estos eventos".

Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro del espacio Schengen. Si más países siguen el ejemplo de Alemania e implantan controles fronterizos estacionarios de larga duración, podría menoscabarse una de las libertades fundamentales de la UE: el derecho a circular libremente dentro del bloque.

Controles fronterizos ampliados en el futuro

A pesar de las objeciones de los Verdes, parece que los controles fronterizos alemanes se mantendrán, al menos en un futuro próximo.

Faeser ha indicado que los controles podrían mantenerse hasta que entre en vigor el nuevo sistema europeo de asilo, lo que podría no ocurrir hasta finales de 2025.

Esta ampliación del plazo ha suscitado inquietud entre quienes valoran la apertura de fronteras en la UE.

Temen que lo que empezó como una medida temporal se convierta en la nueva normalidad y cambie radicalmente la forma de circular por Europa.

Police at traffic control in Germany

(Imagen cortesía de Animaflora vía iStock)

Viajeros e inmigrantes en el limbo

Para los visitantes de corta duración a la UE, estos controles fronterizos podrían suponer tiempos de espera más largos al cruzar entre determinados países.

Aunque el visado Schengen sigue permitiendo viajar entre Estados miembros, la realidad sobre el terreno podría ser más complicada, con controles y retrasos inesperados.

Los visitantes de larga duración y los inmigrantes se enfrentan a una incertidumbre aún mayor.

El aumento de los controles fronterizos podría dificultar los desplazamientos entre países de la UE, incluso si se tiene derecho a ello. Esto podría afectar a todo, desde las oportunidades de empleo hasta las reagrupaciones familiares.

Estos cambios se producen cuando la UE se prepara para poner en marcha el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) en 2025. ETIAS exigirá que los visitantes de países exentos de visado obtengan una autorización previa al viaje.

Aunque no está directamente relacionado con los controles fronterizos, ETIAS representa otra capa de seguridad y podría interactuar con estas medidas de formas que aún están por ver.

La política de inmigración cambia en medio del debate sobre las fronteras

Las medidas de Alemania podrían tener un efecto dominó en las políticas de inmigración de toda la UE.

Si otros países siguen su ejemplo y aplican controles similares, podría producirse un mosaico de políticas fronterizas en todo el continente. Esta fragmentación podría dificultar la aplicación de un enfoque unificado de la inmigración en la UE.

Por otra parte, la controversia en torno a estos controles fronterizos podría empujar a la UE a acelerar sus esfuerzos por reformar sus políticas de asilo y migración.

El nuevo sistema europeo de asilo, mencionado por Faeser, pretende crear un enfoque más equilibrado para tratar a los solicitantes de asilo y a los inmigrantes irregulares.

Sin embargo, el debate sobre los controles fronterizos pone de manifiesto la tensión existente entre la soberanía nacional y las soluciones a escala de la UE.

A medida que países como Alemania dan prioridad a la seguridad nacional, resulta más difícil aplicar políticas que funcionen para todos los Estados miembros.

Una encrucijada para Europa

Aunque no hay respuestas fáciles, una cosa está clara: el debate sobre los controles fronterizos va más allá de la seguridad o la inmigración.

Se trata del tipo de Europa en el que la gente quiere vivir: una con fronteras abiertas y libre circulación, o una en la que la seguridad nacional tiene prioridad. Mientras el continente se enfrenta a estas cuestiones, el mundo espera ver qué camino elige Europa.