Venecia aborda el turismo de masas con la prohibición de grupos y altavoces

Venecia aborda el turismo de masas con la prohibición de grupos y altavoces

En su última medida para aliviar la presión del turismo de masas, Venecia ha establecido un nuevo límite de 25 personas para los grupos turísticos organizados que visiten la ciudad a partir de junio de 2024.

También se prohibirá el uso de altavoces, que pueden "generar confusión y disturbios", según anunciaron las autoridades el fin de semana.

Control de las multitudes caóticas

Las nuevas normas pretenden mejorar el flujo de grupos de turistas por las plazas y puentes históricos de Venecia, donde los embotellamientos suelen provocar aglomeraciones caóticas.

La normativa también se aplicará a las populares islas cercanas de Murano, Burano y Torcello.

"Se trata de fomentar el turismo sostenible y garantizar la protección y seguridad de la ciudad", declaró Elisabetta Pesce, responsable de seguridad pública de Venecia.

Venecia atrae a más de 30 millones de visitantes al año, la inmensa mayoría sólo de un día.

Los residentes llevan mucho tiempo quejándose de que los enjambres de turistas erosionan su calidad de vida y dañan el frágil medio ambiente.

Lucha continua por preservar una ciudad valiosa

Las últimas medidas representan sólo la fase más reciente de la lucha de Venecia por proteger sus tesoros y evitar que sean amados hasta la muerte.

La ciudad ya ha prohibido el acceso de grandes cruceros al emblemático canal de la Giudecca y recientemente ha anunciado que, a partir de abril de 2024, los turistas tendrán que pagar 5 euros (5,30 dólares) para entrar en horas punta.

La creciente popularidad de los viajes aéreos baratos en las últimas décadas ha hecho que muchos destinos europeos se enfrenten a problemas similares de "sobreturismo".

Sin embargo, el impacto ha golpeado más fuerte en pocos lugares que en Venecia, una ciudad de apenas 50.000 habitantes que recibe hasta cinco veces más visitantes al día en temporada alta.

En peligro de perder su alma

La avalancha de turistas ha vaciado Venecia de población y alterado su economía, convirtiendo cada vez más el centro histórico en un parque temático.

La concentración de alquileres turísticos ha disparado el coste de la vivienda, fuera del alcance de muchos lugareños.

En septiembre de 2023, el número de camas de alojamiento turístico superó por primera vez a la población residente.

Preservar la comunidad que queda en Venecia se ha convertido en una prioridad urgente para salvar el alma de la ciudad que se hunde.

La UNESCO había amenazado con calificar a Venecia de "en peligro"

La afluencia incontrolada de turismo también se ha cobrado un peaje medioambiental, amenazando gravemente el ecosistema de la laguna.

La agencia cultural de las Naciones Unidas, la UNESCO, citó el impacto del turismo como una de las razones por las que se planteó en dos ocasiones incluir Venecia en su lista de lugares Patrimonio de la Humanidad en peligro.

Las recientes medidas para regular el turismo ayudaron a convencer a la UNESCO de que no emitiera la temida etiqueta de "en peligro".

Sin embargo, el World Monitor Group subrayó que Venecia sigue necesitando urgentemente una estrategia de turismo sostenible.

La vigilancia continua es fundamental

Los activistas venecianos celebraron los nuevos límites de tamaño de los grupos y la prohibición de los altavoces como pasos importantes hacia una política turística centrada en la conservación más que en la promoción.

Sin embargo, subrayaron que la vigilancia continua será fundamental.

"Las normas son tan buenas como su aplicación", advirtió Jane Rossi, fundadora del grupo ciudadano Venessia.com. "Si las normas resultan eficaces, podrían servir de modelo para otros destinos que se enfrentan a sus propias crisis turísticas".

Los requisitos del ETIAS siguen vigentes

Las nuevas restricciones no afectarán a la elegibilidad ni a los requisitos del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) para los visitantes una vez que el sistema se ponga en marcha en mayo de 2025.

Tanto los turistas de corta duración como los residentes de larga duración de países autorizados de fuera de la Unión Europea (UE) seguirán necesitando obtener la aprobación estándar del ETIAS antes de viajar a Venecia o a cualquier otro lugar de la zona Schengen de Europa.

Sin embargo, la normativa podría obligar a modificar las políticas de inmigración si la despoblación pone en peligro la posición de Venecia como Patrimonio de la Humanidad.

La UNESCO ha advertido de que Venecia corre el riesgo de perder su crucial designación cultural si la población permanente del centro histórico desciende por debajo de los 40.000 habitantes, un destino que podría hacer la ciudad mucho menos atractiva para los recién llegados.

Preservar el encanto de Venecia para las generaciones futuras

Venecia debe tomar medidas audaces para retener a los residentes y mantener su vitalidad sin dejar de dar la bienvenida a los turistas.

Alcanzar este delicado equilibrio es fundamental no sólo para los inmigrantes actuales y los propietarios de segundas viviendas, sino también para mantener el atractivo de Venecia para estudiantes extranjeros, empresarios y otras personas que acuden a probar sus esplendores.

Perder la riqueza cultural que tanto ha costado acumular a lo largo de los mil años de historia de Venecia sería una tragedia para Europa y el mundo.

Los últimos intentos de aliviar la presión del turismo ofrecen un mínimo de esperanza de que esta magnífica e improbable ciudad pueda preservarse para los siglos venideros.

La batalla por salvar el alma de Venecia continúa

Venecia se encuentra inmersa en una batalla existencial entre los imperativos económicos y las necesidades de conservación.

Las últimas restricciones dan prioridad, con razón, a la protección de las frágiles estructuras y el nivel de vida de los residentes frente a los deseos de los turistas de acceder sin restricciones.

Sin embargo, lograr el equilibrio adecuado sigue siendo extremadamente difícil.

El turismo proporciona la mayor parte de los empleos e ingresos locales.

Una normativa demasiado estricta podría acabar con la gallina de los huevos de oro.

Los venecianos se enfrentan a difíciles debates sobre cómo acoger a visitantes de todo el mundo sin sacrificar lo que hace que su hogar sea tan especial.

El nuevo decreto que limita el tamaño de los grupos sugiere que los dirigentes locales comprenden la gravedad de estas decisiones.

Sin embargo, la atención mundial que se presta a esta joya de la creatividad humana garantiza presiones continuas desde muchos frentes.