¿Implementará un país europeo el ETIAS después de abandonar la UE?

¿Implementará un país europeo el ETIAS después de abandonar la UE?

Desde el referendo del Reino Unido para abandonar la UE, se ha especulado sobre la posibilidad de que otros países tengan referendos sobre su condición de miembros de la UE. Figuras políticas en Italia, los Países Bajos, España e incluso Francia han promovido la idea abandonar la UE. Sin embargo, cuando Gran Bretaña era miembro de la UE, no formaba parte de la zona Schengen. Por lo tanto, los viajeros no podían entrar y salir libremente del Reino Unido sin presentar un pasaporte válido en el control de inmigración. Si países del espacio Schengen como Italia o España deciden abandonar la UE, ¿qué pasaría con su aplicación de las normas relacionadas con el espacio Schengen? ¿Estos países tampoco implementarán el ETIAS? Para responder a estas preguntas, primero debe examinarse el propio Acuerdo de Schengen.

¿Qué es el Acuerdo de Schengen?

El Acuerdo de Schengen es un tratado firmado en 1985 que condujo al establecimiento del espacio Schengen. El objetivo del Acuerdo de Schengen era reducir o eliminar los controles internos en pasos fronterizos compartidos y permitir así una mayor libertad de circulación de personas y mercancías. Actualmente, el espacio Schengen consta de 26 países europeos. El Acuerdo de Schengen no es exclusivo de los miembros de la Unión Europea. Por ejemplo, Suiza es parte del Acuerdo de Schengen, pero no de la Unión Europea. Sin embargo, actualmente el Acuerdo de Schengen está incluido dentro de los términos de membrecía de la UE. Por lo tanto, todo nuevo miembro de la UE deberá cumplir con las reglas del Acuerdo de Schengen, que pueden modificarse por una mayoría de votos en los órganos legislativos de la UE.

¿Qué podría suceder si un miembro del espacio Schengen abandona la UE?

Si un país miembro de la UE y del espacio Schengen decide abandonar la UE mediante un referendo u otros medios, la decisión sobre la aplicación de las reglas del espacio Schengen es un asunto separado que deberá tomar el miembro saliente. Es posible que el país miembro saliente desee permanecer dentro del espacio Schengen y, de ser así, es probable que deba cumplir con las normas existentes del espacio Schengen, así como implementar el ETIAS como parte de su participación en el espacio. Si el miembro saliente decide manejar su seguridad fronteriza sin pertenecer al espacio Schengen, tendrá que volver a introducir y/o reconstruir sus controles fronterizos y gestionar su propia seguridad fronteriza. 

¿Por qué un miembro saliente de la UE consideraría permanecer en el espacio Schengen?

La aplicación de controles fronterizos puede costar cientos o miles de millones de dólares, dependiendo del tamaño y el tipo de frontera, así como del personal y las tecnologías utilizadas para la seguridad fronteriza. La mayor parte de la circulación de personas y mercancías en las fronteras es importante para el comercio y no representa una amenaza para la seguridad de las personas que residen en el país. El miembro saliente de la UE debe sopesar las ventajas de tener un control adicional en sus fronteras frente a los altos costos relacionados con la gestión exclusiva de sus propias fronteras. Una de las ventajas de permanecer en el espacio Schengen es que la aplicación del ETIAS proporcionará una autorización de viaje electrónica para registrar, autorizar o denegar los permisos de viaje y realizar un seguimiento de los movimientos de viajeros en la UE que requieren un bajo nivel de control. El ETIAS también proporcionará una fuente adicional de ingresos para los países participantes del espacio Schengen. Sin embargo, los países del espacio Schengen que no pertenecen a la UE no tendrán mucho poder, si es que tienen alguno, para cambiar los términos de las reglas del espacio Schengen, ya que solo los países miembros de la UE podrán votar sobre tales modificaciones.