Ámsterdam prohibirá los cruceros para combatir el turismo excesivo

Ámsterdam prohibirá los cruceros para combatir el turismo excesivo

En un paso significativo para hacer frente al turismo excesivo, Ámsterdam ha anunciado planes para prohibir los cruceros en el centro de la ciudad en 2035.

Esta decisión, junto con medidas inmediatas para reducir el tráfico de cruceros, supone un cambio radical en la forma en que la capital holandesa gestiona su floreciente industria turística.

(Image courtesy of Hornet_Pictures via Pixabay)

(Imagen cortesía de Hornet_Pictures vía Pixabay)

Reducción gradual de cruceros

Las autoridades de Ámsterdam han establecido un calendario claro para su estrategia de reducción de cruceros:

  1. Situación actual: 190 cruceros permitidos anualmente

  2. Para 2026: un máximo de 100 cruceros permitidos

  3. Para 2035: Prohibición total de cruceros en el centro de la ciudad.

Este planteamiento escalonado permite una transición gradual, dando tiempo a adaptarse tanto al sector turístico como a la ciudad.

Rotterdam, al sur, ha aceptado acoger más de 40 buques que ya no serán bienvenidos en Ámsterdam a partir de 2026.

El medio ambiente en primer plano

La decisión de limitar y, en última instancia, prohibir los cruceros en Ámsterdam obedece principalmente a consideraciones medioambientales.

Hester van Buren, teniente de alcalde de Ámsterdam, declaró:

"Los cruceros marítimos son una forma de turismo contaminante y contribuyen a las aglomeraciones y emisiones en la ciudad. Al limitar los cruceros marítimos, exigir energía eléctrica en tierra y pretender que la terminal de cruceros [PTA] se traslade de su ubicación actual en 2035, el ayuntamiento está aplicando de forma responsable la propuesta del consistorio de poner fin a los cruceros marítimos".

Como parte de esta iniciativa, en 2027 todos los barcos que atraquen en la terminal de Ámsterdam tendrán que utilizar exclusivamente energía eléctrica en tierra, lo que reducirá significativamente su impacto ambiental.

(Image courtesy of Dewi Madden via Pexels)

(Imagen cortesía de Dewi Madden vía Pexels)

Equilibrio entre turismo y sostenibilidad

Aunque los beneficios medioambientales de la prohibición de cruceros en Ámsterdam son evidentes, preocupan las posibles repercusiones económicas:

  • Impacto económico actual: Los cruceros aportan unos 105 millones de euros anuales de beneficios económicos a Ámsterdam

  • Pérdidas potenciales: Museos, restaurantes, tiendas y empresas turísticas pueden ver reducidos sus ingresos

  • Ingresos municipales: Menos impuestos turísticos recaudados y menores pagos de dividendos de la autoridad portuaria

Sin embargo, es importante señalar que los pasajeros de cruceros representan sólo el 1% de los 21 millones de visitantes anuales de Ámsterdam.

El ayuntamiento ha reconocido las implicaciones financieras y planea abordarlas en futuros memorandos presupuestarios.

El transporte público, factor atenuante

A pesar de la reubicación de las terminales de cruceros, los expertos creen que el impacto económico podría no ser tan grave como se pensó en un principio.

El renombrado sistema de transporte público delos Países Bajos seguirá permitiendo a los cruceristas acceder fácilmente a Ámsterdam, aunque no bajen del barco en pleno centro de la ciudad.

(Image courtesy of Ichear Xue via Pexels)

(Imagen cortesía de Ichear Xue vía Pexels)

Impacto en el turismo

La prohibición de los cruceros podría cambiar el panorama turístico general.

Las familias, los inversores, los nómadas digitales y los estudiantes que permanezcan más tiempo en Ámsterdam podrían beneficiarse de un menor número de turistas, lo que haría la ciudad más agradable y mejoraría la calidad de vida.

Mientras tanto, con menos visitantes a corto plazo, el mercado de alquiler podría cambiar, posiblemente ayudando a los residentes de larga duración y a los inmigrantes a encontrar lugares para vivir.

Implicaciones para la política de inmigración

Aunque la prohibición de los cruceros en Ámsterdam no afecta directamente a las políticas de inmigración, muestra una tendencia más amplia de las ciudades europeas que se enfrentan a la gestión del turismo:

  • la implantación de ETIAS: El próximo Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), que se pondrá en marcha a mediados de 2025, pretende gestionar mejor los viajes al espacio Schengen. La medida de Ámsterdam apoya este enfoque del turismo controlado y sostenible.

  • Equilibrio entre turismo y necesidades locales: Otros países de la UE podrían seguir el ejemplo de Ámsterdam y crear políticas que favorezcan a los residentes de larga duración y el turismo sostenible frente a las visitas masivas y de corta duración.

  • Calidad frente a cantidad: Este cambio podría influir en las políticas de inmigración para favorecer a los trabajadores cualificados, los estudiantes y los inversores que contribuyen a la economía local durante un período más largo, en lugar de aumentar el número de visitantes.

Una nueva era para el turismo de Ámsterdam

La decisión de Ámsterdam de prohibir los cruceros marca un cambio significativo en su enfoque de la gestión del turismo.

Al centrarse en las preocupaciones medioambientales y la calidad de vida de los habitantes, la ciudad sienta un precedente que otros destinos populares podrían seguir.

A medida que se vaya implantando la prohibición, Ámsterdam tendrá que equilibrar cuidadosamente sus intereses económicos con sus objetivos de sostenibilidad.

El éxito de esta iniciativa podría aportar ideas útiles para otras ciudades que se enfrentan a problemas similares con el turismo excesivo.

A medida que se desarrolle este audaz experimento, el mundo estará atento para ver cómo maneja Ámsterdam el complejo equilibrio entre turismo, responsabilidad medioambiental y bienestar local.

Las lecciones aprendidas aquí podrían configurar el futuro del turismo urbano no sólo en Europa, sino en todo el mundo.